Cádiz

La infravivienda quiere ser historia

  • La Junta de Andalucía va a rehabilitar de momento una de las cinco fincas que se han acogido a un novedoso programa de colaboración con la propiedad

En Cádiz sigue habiendo infravivienda. Todavía existen familias que viven en condiciones muy precarias, y están así desde hace muchos años. Este periódico ha visitado esta semana algunos de estos edificios. La Junta de Andalucía ha confirmado que va a rehabilitar, de momento, una de las cinco fincas que han presentado la documentación para su novedoso programa de colaboración con la propiedad privada. En el futuro, según el presupuesto de la Consejería, acometerá otras obras integrales.

Una de ellas está situada en el número 12 de la calle Mesón. Al abrir el portón de entrada al edificio, se accede a un gran patio adornado con muchas plantas. Una imagen agradable. Pero cuando nos fijamos en los detalles, nos damos cuenta de la situación en la que viven los tres inquilinos que tiene esa finca de tres plantas: el techo del patio está sostenido por tres grandes puntales y las paredes se encuentran agrietadas y llenas de manchas de humedad. "Aquí hay una humedad horrorosa por todos lados, desconchones por todas las paredes y también animales", afirma uno de los vecinos del bajo, quien relata que "el otro día, había una rata paseando por el patio como si fuera la calle Ancha. Porque hay muchos boquetes y se cuelan por ahí. Ya he tenido que tapar algunos".

Los vecinos de Mesón, 12 llevan más de seis años esperando la rehabilitación de la finca

Este vecino vive en la finca desde que se casó, en el año 1966, y su mujer es la inquilina más antigua. Ella nació en una de las habitaciones de la casa que hoy habita y lleva allí 75 años. Su marido dice que ha escuchado que la finca se va a rehabilitar. Pero no sabe más. No conoce el acuerdo al que ha llegado la Junta. Solo espera que las obras empiecen pronto porque "esto necesita una buena reforma".

La realidad es que el edificio lleva años pendiente de rehabilitarse. En junio de 2012, este periódico estuvo visitando las fincas del barrio de El Pópulo que estaban pendientes de arreglar y en la fachada de Mesón, 12 colgaba entonces un cartel anunciando la próxima construcción de viviendas y locales comerciales; a los vecinos les habían dicho que las obras de rehabilitación comenzarían en cuatro o cinco meses... pero seis años después siguen esperando.

Y el edificio ha ido deteriorándose en este tiempo. Antes había dos puntales finos sosteniendo el techo del patio; hoy son tres puntales gruesos. "Los dos puntales que había antes eran de madera y se pudrieron, ahora han puesto tres de metal. También repellaron un poco las paredes del patio y arreglaron un poco las escaleras, pero han puesto unos escalones muy altos y a la señora mayor que vive arriba le cuesta mucho subir. Las escaleras de la última planta siguen siendo de madera y eso es un peligro", explica el vecino del bajo. Sobre los techos comenta que han tenido que reforzar las vigas. Al mirar al techo, puede verse cómo las vigas de madera -hinchadas de la humedad y agrietadas- están reforzadas en las tres plantas. Este hombre se despide deseando que la rehabilitación de la finca comience pronto.

El número 18 de la calle Cristóbal Colón es otro de los edificios que entran en el contrato de permuta por una reforma por parte de la Junta de Andalucía. A ese no pudimos acceder, pero a través de la cerradura del portón de entrada -una cerradura grande de llave antigua- se veía el patio apuntalado y lleno de desconchones.

Donde sí pudimos entrar es en Garaicoechea, 5. En esta finca, donde viven cuatro familias, lo que se encuentra peor son las zonas comunes y las casas que están deshabitadas. Las paredes de las zonas comunes están llena de humedades y desconchones, hay elementos de madera podridos, barandillas oxidadas en las que ha saltado la pintura y el tramo de escalera que sube al segundo piso está en mal estado. Por las ventanas de una de las viviendas vacías de esa planta, en la que hace años que no vive nadie, pueden verse las habitaciones llenas de puntales. "Pero las casas que están habitadas, sus inquilinos las mantienen en buen estado", asegura uno de los vecinos del segundo piso. Junto a la puerta de su casa se ve el comienzo de una escalera de metal que llega hasta otra pequeña vivienda situada junto a la azotea. "La vecina del tercero vive más tiempo en casa de su hija porque es mayor y tiene dificultades para subir las escaleras, porque el último tramo es de metal. Antes era de madera, pero se pudrió y la cambiaron por esta metálica", argumenta este hombre.

La Junta de Andalucía se ha comprometido a rehabilitar una de estas fincas, aunque aún no ha anunciado cuál de ellas será, y posteriormente, cuando el presupuesto lo permita, estudiará continuar con las demás. La Delegación de Fomento tiene un presupuesto de 680.000 euros, por lo que sólo puede actuar de momento en uno de los edificios. Los técnicos se encuentran actualmente en fase de estudio para seleccionar el inmueble sobre el que se actuará primero. Se trata de un paso más para acabar con la infravivienda que sigue existiendo en la ciudad de Cádiz.

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