El Instituto de Medicina Legal de Cádiz reconoce que se equivocó al entregar unos cadáveres y acabó incinerando el cuerpo equivocado
El Defensor del Paciente ha solicitado una indemnización por los daños y perjuicios sufridos por las familias de ambos fallecidos
La confusión de dos cadáveres en Cádiz acaba con la incineración de un hombre al que su familia quería enterrar
Un informe emitido por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Cádiz ha reconocido formalmente que el incumplimiento del protocolo de identificación de cadáveres llevó a la confusión por el que un hombre malagueño fue incinerado indebidamente al ser confundido su cuerpo con el de una mujer de Barbate.
El Defensor del Paciente, que ha solicitado una indemnización por los daños y perjuicios sufridos por las familias de ambos fallecidos, ha informado de este extremo este jueves en una nota de prensa.
La reclamación en la que se solicita la indemnización ha sido tramitada en representación de las dos hijas de Antonio, el hombre malagueño fallecido el pasado 19 de octubre de forma repentina de una parada cardiaca en la casa de unos familiares de El Puerto de SLanta María (Cádiz), ciudad a la que el fallecido había acudido para ver a su sobrino nieto participar en el mundial de motos de WSBK en Jerez de la Frontera.
Las hijas aseguraron que cuando la funeraria judicial acudió a la vivienda en la que el hombre había fallecido para trasladar su cuerpo al IML de Cádiz ya indicaron que la voluntad de su padre era ser enterrado.
Sin embargo, no pudo ver cumplido este deseo porque el cuerpo fue confundido con el de una mujer.
Según el Defensor del Paciente un informe aportado al expediente de reclamación patrimonial reconoce que el error se produjo el 20 de octubre, cuando el cuerpo del padre de las reclamantes fue entregado incorrectamente a la funeraria encargada de trasladar los restos de una mujer fallecida a Barbate.
Esta confusión llevó a la incineración del hombre, tras un velatorio con la familia de la mujer en Barbate el 21 de octubre.
La confusión contravino "los deseos expresos del difunto y su familia, quienes habían organizado su entierro" e "impidió además a las hijas despedirse debidamente de su fallecido padre, por lo que han acabado muy afectadas".
El error salió a la luz el mismo 21 de octubre, cuando la funeraria contratada por la familia del hombre para su traslado a Málaga acudió al Instituto de Medicina Legal de Cádiz para retirar el cuerpo y se constató que éste ya no estaba allí.
Sí estaba el de la mujer fallecida, debido a "un error burdo y flagrante", según el abogado Damián Vázquez, del Defensor del Paciente.
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