“Él iba de milloneti”

La detenida debía dinero al personal de su clínica dental que cerró en febrero sin avisar

M.m.f/M.m.a./N.h. /Cádiz

10 de marzo 2009 - 08:14

“Él iba de milloneti”. Así describe a Luis Manuel G.R. el propietario de un establecimiento al que el presunto estafador acudía regularmente. “Era una persona normal pero sí tenía muchos cuentos”. El último día que estuvo en su comercio le preguntó que quería y él le dijo: “si me quieres pagar la hipóteca...”. Lo recuerda trajeado “pero no en plan ejecutivo” y alguna vez lo había visto “en un buen coche”, aunque no recordaba la marca. También había contado en alguna ocasión que se había separado, a la vez que no dudaba en dejar a su ex mujer en mal lugar.

Algunas de sus víctimas le describen como “prepotente” después de llamarle “mamarracho”, y desde luego se da la coincidencia entre todos de su “capacidad para mentir y para dar largas”. “Siempre se mostraba supertranquilo y con una sangre fría que me parece increíble, ahora que lo pienso”, reflexiona otro de los estafados.

En cuanto a Ana S. G., aparecía también tranquila, y era capaz “de indignarse muchísimo” si alguien ponía en duda su honorabilidad al preguntar algún detalle.

Mientras tanto, en el local de la inmobiliaria que regentaba en la calle Sagasta, todavía continúan expuestos los carteles de los pisos que estaban a la venta. Había desde un piso en Benaocaz a 100.000 euros , a otros muchos en el centro de pequeño tamaño entre 150.000 y 180.000 euros. Dentro todavía permanecen las dos mesas con las pantallas de ordenador y varios archivadores.

En el caso de la Clínica Dental San José, situada en esta calle en el número 27, se encontraba situada en un inmueble totalmente reformado. Ahí continúa el cartel en el que se indicaban los trabajos dentales que se podían hacer, pero una de las vecinas dijo no conocer de nada a Ana S.G., la segunda de las detenidas.

Según ha querido aclarar el Colegio Oficial de Dentistas de Cádiz, Ana S.G. no es dentista, aunque sí era dueña de la clínica dental. De este modo su relación con la consulta era meramente empresarial, siendo los dentistas empleados por la presunta estafadora los que realizaban la labor asistencial.

Desde el Colegio aseguraron asimismo tener constancia oficial del cierre de dicha clínica desde el pasado 19 de marzo y, por tanto, antes de producirse su detención. Un cierre que, explicaron, se produjo sin avisar al personal de la clínica y, en teoría, motivado por unas obras de reforma. Desde dicha organización se ha apuntado igualmente que se habían producido problemas de impago a dentistas contratados, algunos de los que incluso se fueron de la clínica por este motivo. Asimismo se señala el caso de algunos clientes que pagaron adelantos por tratamientos bucales que no se han llevado a cabo.

Todo esto lo explicaron los profesionales sanitarios que trabajaban para ella y que se dirigieron al Colegio de Dentistas una vez cerrada la consulta para dar cuenta de lo ocurrido, y con el objetivo de ponerse a disposición de los clientes cuyos tratamientos quedaron a medias, para intentar atenderles en la medida de sus posibilidades.

De esta forma el Colegio Oficial de Dentistas ha desmentido que la detenida forme parte del colectivo profesional al que representan, a la vez que se defendió una actitud “profesional y ética” por parte de los dentistas que allí trabajan, “y que en ningún caso tienen nada que ver con la gestión de la clínica ni responsabilidad sobre las consecuencias de lo ocurrido”.

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