"Dudo que yo vaya a ver el nuevo hospìtal estando en activo". Un médico que no quiere dar su identidad "porque nunca se sabe" asegura que con este proyecto ha pasado varios estados de ánimo. Desde el escepticismo inicial con el que recibió la noticia cuando fue publicada por primera vez en este periódico, al optimismo por un cambio que podía traer más comodidades en el trabajo diario, al enfado consigo mismo por haberse creído un proyecto que cada vez ve más lejos.

Este facultativo dice que el actual Puerta del Mar no da más de sí "y no se trata que vayamos a tener nuevas especialidades sino que estamos hablando de un centro que fue construido hace 40 años y con un modelo asistencial muy distinto del que hoy se demanda".

Este mismo médico entiende que en un tiempo de crisis es muy complicado invertir 200 millones de euros en un nuevo hospital pero "este hospital no da mucho más de sí. Se han hecho tantas reformas, muchas de ellas contradictorias, que ha terminado por ser un Frankenstein de tantos remiendos que se le ha hecho".

Esta misma opinión la comparten en Autonomía Obrera donde se critica reformas como la que se ha levado en la UCI donde los pacientes "se tocan los pies unos con otros", o la de Urgencias, "donde se tiene cerrada una parte".

Mientras tanto, la vida continúa en el Puerta del Mar a la espera de un cambio.