El cantaor flamenco Emilio Florido nos abre la puerta de su casa, dos días antes de emprender un gira musical por Nueva York y Filadelfia, donde permanecerá hasta febrero del próximo año.

La casa se ubica en un coqueto duplex de 100 metros, en el centro de Cádiz, donde su propietario ha diseñado la arquitectura de gran parte de su interior atendiendo a sus necesidades familiares. Sus espacios se encuentran divididos en dos plantas; la planta baja con un salón, comedor, cocina dormitorio y baño. La planta primera, con dos dormitorios, baño y vestidor.

La altura de sus techos es de 5,75 metros.

El salón destaca por la amplitud del espacio y la altura de sus techos. Los colores madera y blanco se utilizan en la decoración de los muebles, tanto en la mesa central como en las diferentes estanterías. Un sofá de piel de color gris oscuro ocupa uno de los espacios. Una de sus paredes la ornamenta un cuadro, que representa un árbol con sus hojas y ramas, realizados con diferentes retales. En una de sus esquinas, se ha colocado una mesa decapada en blanco diseñada por un familiar, la cual se utiliza en estas fechas como soporte del árbol de Navidad. La altura de esta estancia es de 5,75 metros, donde se ubica la escalera de metal y madera que comunica con la planta superior. Una lámpara con cinco brazos de metacrilato ilumina esta dependencia.

El comedor lo preside una mesa lacada en blanco y una pareja de sillas lacadas en blanco y otra pareja en color madera, de la tienda de decoración de Jesús Pina. La mesa la decora en esta época con objetos y motivos navideños. Un cuadro pintado por el propietario cuelga en una de las paredes de esta estancia. La reproducción de un reloj antiguo de estación de tren en la pared limita el espacio descrito con otras estancia de la casa.

La cocina se sitúa en un espacio limpio y abierto, donde recibe toda la luz natural del exterior, a través de las ventanas. Es el lugar de la casa que mas disfruta el propietario con su familia. Todo su mobiliario es italiano lacado en tonos cremas que lo combina con la encimera gris de silestone. Para la vitrocerámica, que se halla ubicada en la isla de la cocina, se ha utilizado el color beige y dorado. En una de sus paredes se ha utilizado la técnica de perlita dándole un tono de color garbanzo oscuro. Otra de sus paredes se ha revestido de piedra aprovechando una de sus esquinas para ubicar a través de unos orificios un original botellero.Otra de las zonas de la cocina se ha revestido con un friso de baldosas hidráulicas.

En el dormitorio hay un cabecero tapizado en lino y tachuelas de la tienda de decoración de Jesus Pina.

En la planta superior de la vivienda se encuentra el dormitorio principal de la casa. El cabecero de la cama está tapizado en lino con tachuelas de la tienda de decoración de Jesús Pina. En sus laterales se coloca unas mesas de noche realizadas con la tapa en papel de oro, donde le incorpora el propietario unos tiradores de forja que representan la clave de sol, haciendo un guiño a su profesión. Sobre las mesas descritas se apoya una pareja de botijos antiguos, que se utiliza como lámpara, con pantallas de lino. En unos huecos de esta estancia se sitúa una pequeña biblioteca y un expositor de fotos familiares. Una banqueta blanca y tapizada en lino se ubica junto al piecero de la cama. Como mueble auxiliar en el dormitorio se utiliza un comodín lacado en blanco, también con los tiradores de hierro de forja. Cabe destaca, entre otros de sus muebles, un proporcionado tocador con diferentes dependencias. Entre los cuadros que adornan el dormitorio principal cuelga un conjunto de pinturas adquirida por el propietario, durante sus giras musicales por diferentes partes del mundo. Entre los diferentes textiles, destacamos las cortinas en color cáscara de huevo, adquirida por su propietario en Arizona. Junto al dormitorio se encuentra el vestidor. Esta estancia forrada en madera color natural, esta limitada, por las ropas de los propietarios.