crónica Política

Un golpe de realidad televisiva

  • Heridas. El programa de Ana Pastor sólo ha reflejado lo repetido estos meses por los medios locales.

Una visión externa

El alcalde José María González se encuentra un poco afectado por el programa que realizó la periodista Ana Pastor en La Sexta el pasado domingo sobre los ayuntamientos del cambio. En el mismo no salía demasiado bien parada la gestión del actual equipo de Gobierno, amén de hacer sudar al alcalde más de la cuenta con las preguntas. El propio González lo expresó en un tuit calificando de "duro reto" la entrevista de Ana Pastor.

La Sexta se ha caracterizado por ser una cadena que le ha dado y le da bastante cancha a los líderes de los llamados partidos emergentes pero en esta ocasión la imagen no era demasiado benevolente con lo que se estaba haciendo en la ciudad.

Lo curioso del caso es que mucho de lo que salió en la pequeña pantalla no era ni más ni menos de lo que pregonan día a día algunos miembros de la oposición, léase la casta, o los propios medios de comunicación locales que tanto denostan, léase en esta ocasión caverna mediática. Desde las filas podemitas siempre se ha vinculado la crítica al tema publicitario sin hacer autocrítica tratando de lanzar la idea de que siempre había intereses ocultos detrás de ello. Habrá que preguntarse si ocurre lo mismo con La Sexta y Ana Pastor. Eso sí, en las redes sociales las aguas bajan muy calmadas y ha habido más condescendencia hacia Ana Pastor.

Las últimas semanas para el alcalde están siendo muy complicadas con numerosos frentes abiertos como el de la Policía Local, los alborotados plenos municipales o los deleznables insultos y amenazas hacia su persona, entre otras cuestiones. Y aunque se le podrá criticar por su gestión o por las medidas que toma, González no es de piedra.

"Cádiz no es sólo paro"

En la tourné que ha tenido José María a lo largo de estos meses en las cadenas nacionales no se ha cansado de repetir la situación calamitosa en la que se encuentra la ciudad de Cádiz y muchos de sus vecinos, como a él le gusta denominarlos. Situaciones de pobreza, de niños que no tienen para comer, etcétera. Ese también fue uno de los puntos en los que Ana Pastor metió el dedo en la llaga. El propio alcalde lo puso en el mismo tuit en el que decía que la entrevista de La Sexta había sido un duro reto para él: "Ojo, que Cádiz no es solo paro, es una ciudad trimilenaria con gente mucho mejor que su alcalde".

Por activa y por pasiva todos conocemos que esta es una ciudad que vive cogida por alfileres a todos los niveles y que ni muchísimo menos hay que tapar las miserias, pero tampoco potenciarlas es una buena estrategia. Al final, cuando uno proyecta una imagen a base de repetirla, es la que adquieren y compran los que escuchan. Y una vez que el monstruo se ha creado, se puede volver en contra.

Sacando el capote

Una de las habilidades que ha ido desarrollando el alcalde en este primer año de mandato es la de sacar el capote y no contestar a las preguntas de manera directa. En eso sí que está aprendiendo de los políticos profesionales a marchas forzadas. González siempre se ha caracterizado por dominar bien la comunicación, aunque en esta ocasión se le notó más incómodo de la cuenta.

Subvenciones

Uno de los asuntos más espinosos del reportaje estaba relacionado con el corte de las subvenciones a determinadas asociaciones u organizaciones no gubernamentales, entre ellas la del Banco de Alimentos. En el Partido Popular el modus operandi para estos asuntos era la de la firmas de manera individualizadas con determinados colectivos, a los que se les subvencionaba para que pudieran realizar su labor.

El actual equipo de Gobierno, sin embargo, quiere hacer un cambio radical en el escenario y reordenar todas las ayudas. Públicamente porque creen que en algunos casos hay una duplicidad en los esfuerzos. De manera soterrada porque creen que algunas estaban muy próximas al Partido Popular.

Unas por otras, la casa sin barrer. El caso es que ahora tendrán que esperar a que salga el período de subvenciones y concurrir a las mismas de manera en régimen competitivo.

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