Una usuaria habitual de Renfe compró el último billete que quedaba libre hasta Cádiz desde Sevilla, en el horario más tardío de la jornada. No había asiento libre para su esposo, que tuvo que retrasar su vuelva a la ciudad un día y viajar en el autobús interurbano.

"Mi sorpresa fue cuando durante todo el trayecto, el tren iba medio vacío, con asientos libres en todos los vagones (como se refleja en la fotografía del tren realizada por la viajera".

Cuando el Media Distancia llegó a Cádiz, varios pasajeros, afectados también por la dificultad de encontrar billetes libres se quejaron en las oficinas de la terminal gaditana. "Nos dijeron que era por la venta de bonos baratos y que se esperaba que a partir del próximo año (cuando esta modalidad de ahorro se prorrogue todo 2023) se limitará la posibilidad de reserva del billete por parte de un comprador a dos viajes por jornada".

Lo cierto es que estos "trenes fantasmas", que circulan con plazas sin utilizar aunque partan de la estación oficialmente llenos, se está repitiendo en todo el país desde que el Gobierno adoptó la medida de compra de bonos de 20 euros para los viajes hasta fin de año en Cercanías, Media Distancia y en determinados trenes de Largo Recorrido.

Esta medida provocó una avalancha de adquisición de bonos y, con ello, de reservas de viaje que en muchas ocasiones no se utilizan. A las pocas semanas Renfe tuvo que limitar a cuatro los billetes de reserva por pasajero, lo que tampoco está resultando muy efectivo.

En el caso de Cádiz, se da el caso de que es uno de los servicios ferroviarios con más servicio. Aunque desde el fin de la pandemia Renfe ha normalizado el número de viajes en Cercanías y Media Distancia, no ha pasado lo mismo con los Alvia a Madrid, limitados aún a tres trayectos por jornada, lo que obliga a hacer transbordo en Sevilla con los Media Distancia-Ave, lo que a la vez supone saturar los trenes regionales.