Los propietarios de negocios hosteleros del entorno del barrio de Santa María están con las carnes abiertas después de haber asistido en las últimas noches a diferentes robos en sus establecimientos.

El último de ellos tuvo lugar en la pasada madrugada de este jueves, al filo de las cuatro y media de la mañana, cuando dos individuos que se cubrían el rostro con las capuchas de sus chaquetones golpearon y golpearon la puerta de la peña El Noray hasta que esta cedió y se colaron en su interior.

Tras comprobar la grabación que las cámaras de seguridad han realizado se ha podido comprobar que los dos jóvenes ladrones son de Cádiz. Por el castizo “joé picha” que soltaron tras comprobar que había poco que rascar en la caja registradora no parecen de Valladolid.

Este diario habló ayer con Daniel, el responsable del establecimiento, quien comentó que por fortuna las pérdidas económica y los destrozos, más allá de la rotura de la puerta, no han sido demasiado. “Ya hemos cambiado la puerta y el cerrojo. Hemos puesto uno más complicado de destrozar, a ver si así tenemos más suerte”, dijo.

La Policía Nacional también confirmó que han tenido lugar algunos episodios similares en las últimas noches.Eso sí, teniendo en cuenta el tremendo ruido que realizaron los cacos al romper la puerta lo verdaderamente extraño es que no apareciera por el lugar el Séptimo de Caballería como mínimo. Un golpe así, y más en el silencio de la noche, sólo puede ser un robo en un local.

La Policía Nacional ha abierto una investigación y después de tomar huellas en este último establecimiento, y de observar con detenimiento las cámaras de seguridad, espera poder localizar a los causantes de este último robo con violencia en el barrio de Santa María. Mientras tanto, los profesionales de la hostelería extreman las precauciones para evitar más sorpresas desagradables.