Desde que terminó sus estudios, Remedios Galeote estaba interesada en trabajar con niños y adolescentes. Esta gaditana de 31 años es psicóloga y psicopedagoga, y actualmente trabaja en un gabinete psicológico además de realizar labores de voluntariado en la Asociación de Escucha a Menores en Dificultad (ADEAMED).

Cuenta que tenía la inquietud de ayudar a los más jóvenes porque "es la parte de la sociedad más vulnerable y dependiente, y son el futuro. Los niños y los adolescentes están en manos de los adultos, padres y profesores que deciden por ellos y controlan su vida".

Desde que estudiaba la carrera, "no encontraba una forma de trabajar con niños y niñas que yo viera que verdaderamente servía para algo", expresa Remedios, haciendo referencia tanto a la teoría como a las prácticas de su carrera, y a la formación que ha adquirido después a través de varios másteres. "Me parecía más de lo mismo. Todo estaba encaminado a un protocolo de actuación que se lleva a cabo con los niños y niñas que tienen un diagnóstico, independientemente de quien fuera. Eso no me convencía porque se escapaba la singularidad de cada niño y cada niña. En las prácticas veía que eso les causaba sufrimiento porque ellos querían expresarse y se les cortaba".

Gracias a un amigo conoció ADEAMED y, tras acudir en 2010 a unas jornadas que organizaba esta asociación, "me di cuenta que había encontrado lo que llevaba tiempo buscando y me involucré".

ADEAMED surgió en 2003 promovida por profesionales del ámbito de la salud que percibían que había grandes lagunas en la atención de niños y adolescentes. "Sobre todo porque se estaba imponiendo un modelo basado en el diagnóstico a través de lo que cuentan padres y profesores, y el tratamiento farmacológico como algo necesario", comenta su presidenta, Carmen Campos. Así, el objetivo principal de esta asociación es promover la escucha de los menores en dificultad como una herramienta insustituible, partiendo de cualquier demanda de ayuda que le llegue desde una institución y que implique sufrimiento subjetivo del menor. Pero también llevar esta actitud de escucha allá donde esté cada voluntario. "Es que verdaderamente, es una forma distinta de ver la vida lo que te aporta esta asociación porque crea una actitud diferente ante los demás", señala Remedios, quien añade que lo que más le gusta de ADEAMED es "que se le da la palabra a los niños y veo que el cambio en ellos es real, veo que mi trabajo funciona e influye en la mejoría terapéutica de los menores que trato como psicóloga".

Como voluntaria de la asociación, ha dirigido unos talleres de narrativa para adolescentes de Secundaria. "En uno, cada niño hablaba sobre qué significaba para él la amistad y en otro contaban cómo ellos se veían de adultos. Los textos que escribían, los estudiábamos en la asociación", explica.

De ADEAMED, Remedios destaca el hecho de haber encontrado a un grupo de personas que comparte su forma de trabajar, algo que "se agradece", y "lo más sorprendente" para ella es que "cuando la gente va al psicólogo, lo escucha. Pero aquí no se trata de escuchar al psicólogo, sino de escuchar el malestar de la persona que viene y no dirigirle, sino más bien acompañarle y dar respuesta a lo que se escucha".

Para poder llevar a cabo este trabajo con los menores, la asociación hace una gran labor interna de formación, basada en el psicoanálisis lacaniano (del psiquiatra y psicoanalista francés Jacques Lacan). Así, organiza jornadas -en las que también pueden participar personas externas- y reuniones mensuales en las que estudian entre todos los casos en los que interviene la asociación.

En el último año, la entidad se ha centrado en la organización de seminarios para asociados, ya que se encuentra en un momento de cambios: ADEAMED nació en Jerez pero acaba de mudarse a Cádiz y pretende abrir próximamente en esta ciudad un centro propio porque, hasta ahora, suelen acudir al lugar donde están los niños con los que trabajan.

Remedios afirma que la formación que ha adquirido la ha podido poner en práctica también en un proyecto de la Universidad de Cádiz con niños de Educación Infantil en el que colaboraba como voluntaria, y en su trabajo diario como psicóloga.

El objetivo de esta joven gaditana es seguir dedicándose a la psicología y, si puede ser, en el centro que ADEAMED cree en esta ciudad.