Cádiz

"La elección del uniforme no tiene ningún propósito discriminatorio"

  • La empresa Pascual señala que no hay uso sexista de la falda y resalta su política de igualdad

La empresa Pascual remitió ayer un comunicado en el que responde a la denuncia de las enfermeras y la polémica surgida tras la decisión de la dirección de la Clínica San Rafael de sancionar a algunas trabajadoras por no usar el uniforme establecido.

Se apunta que desde el año 1997 en los hospitales de la empresa José Manuel Pascual Pascual S.A. rige una norma interna respecto a la uniformidad de los profesionales, que fue diseñado, tras consultar con los profesionales de los centros, "con el fin de hacer claramente identificable a cada uno de ellos por parte de los pacientes". Se apunta en el comunicado que la elección de la vestimenta de cada categoría obedece a un exclusivo criterio de imagen sanitaria y corporativa "conforme a los usos sociales mayoritariamente aceptados en nuestro país". Por tanto recalcaron que no se debe "a ningún propósito discriminatorio ni afecta a la dignidad de los trabajadores y trabajadoras de la empresa que lógicamente es el gran capital de nuestros centros hospitalarios".

Insisten en que "las consideraciones sobre los uniformes de nuestros centros son exclusivamente de orden organizativo y, por tanto, ajenas a cualquier otros motivo que maliciosamente han instrumentalizado estos días algunas personas con otros fines coyunturales, manifestando que no están de acuerdo". Según explican, "fueron adoptadas en su día con la doble finalidad de dar a los pacientes una buena imagen sanitaria y corporativa a través de una adecuada uniformidad en el vestir y una fácil y eficaz identificación de la categoría y función del profesional que les atienden".

Por otro lado quisieron reseñar que "en nuestros hospitales, compuestos mayoritariamente por mujeres (más de un 80% de la plantilla), se mantiene desde hace mucho una política destinada a la superación de toda situación, disposición, criterio o práctica que pudiera significar una desventaja con respecto a personas del otro sexo. Igualmente desde hace mucho tiempo venimos practicando una presencia y composición equilibrada favorable a las mujeres en los puestos de responsabilidad, como lo prueba que mayoritariamente esos cargos estén ocupados hoy por mujeres, que sin duda han accedido a ellos por su gran preparación y dedicación".

Por ello, resaltan que "la realidad social de igualdad e integración de la mujer trabajadora en nuestra empresa es un hecho irrefutable que no puede verse empañado por la campaña interesada de una minoría", a la que acusan de despreciar el trabajo de la clínica.

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