En una ciudad donde la playa se acepta como la gran zona verde, el abandono en el que se encuentra el parque Genovés no deja de ser una ironía, cuando todos los partidos políticos han hecho gala de su ecologismo durante la última campaña de las elecciones municipales.

Un abandono que toca de lleno al parque más antiguo de la ciudad, abierto a finales del siglo XIX y que, durante décadas, sirvió como lugar de encuentro de muchos gaditanos, sede también de la Velada de los Ángeles, los espectáculos del Teatro Pemán o la música del Cortijo Los Rosales. Todo ello rodeado con el jardín con mayor variedad de especies de toda la ciudad.

Sin embargo, el parque se encuentra inmerso en una abandono que puede poner en riesgo su propia supervivencia, pues cada mes que pasa sin afrontar las obras de remodelación que necesita es un mes que agrava aún más su decadencia.

Hace cuatro años, el entonces gobierno comandado por José María González anunció una inversión de 300.000 euros para afrontar una rehabilitación integral de todo el recinto.

Ya entonces la lujosa reja exterior ofrecía un estado de precariedad por el óxido cada vez más extendido; a la vez, los jardines reclamaban una atención urgentes, al igual que las fuentes del paseo central y todo el mobiliario urbano.

Todo ello unido a la eterna obra de construcción del nuevo Teatro del Parque, antes Pemán, que acumula hoy años de retraso a pesar de que el Ayuntamiento contó en su momento con un millón de euros aportados por la UCA para este proyecto.

Por si fuera poco, lo poco que se ha ejecutado en el recinto: la polémica pérgola levantada en la frontera con el paseo de Santa Bárbara en la última etapa del gobierno de Teófila Martínez, ofrece una imagen deplorable. Ya la ofrecía cuando se construyó, con un diseño y unos acabados inapropiados para el histórico parque, más desde que hace unos años se quemó una parte del edificio sin que se haya reformado desde entonces.

El compromiso municipal de 2019 nunca salió adelante. El coste de la inversión fue creciendo tras constatarse el mal estado general del recinto (incluso en la popular cascada se actuó hace cerca de dos décadas con fondos europeos, pero el tiempo pasado plantea nuevas obras). De esta forma, la presupuesto necesario se disparó a una cifra cercana al millón de euros.

El Ayuntamiento buscó el dinero de los Next Generation para financiar este plan, pero Europa no lo incluyó entre sus aportaciones. Así, al final del mandato la operación urgente en el parque Genovés se encontraba paralizada, a la espera de financiación tanto externa como propia.

Las obras del Teatro del Parque también estaban pendientes de terminación el día de las elecciones, mientras que la pérgola seguía medio derruida. Este último edificio debía pasar a manos de la UCA, institución que no ha mostrado especial interés por recibir este equipamiento, de complicado uso.

Parques pendientes

La falta de financiación y de un proyecto claro para el parque Genovés pone en riesgo su futuro, no porque éste vaya a desaparecer sino por los costes que se van elevando a medida de que no se realizan obras en el mismo.

Lo cierto es que las zonas verdes de la ciudad no han tenido demasiado suerte en estos últimos años.

El nuevo gobierno ha llegado con dos grandes proyectos pendientes de ejecución: uno se centra en el denominado Parque de la Muralla, junto a la terminal ferroviaria, y el otro, el Parque del Descanso, en el viejo cementerio.

Ejecutar ambas operaciones supondrá una inversión superior a los 6 millones de euros. El Ayuntamiento ya presentó el proyecto del cementerio (donde aún hay que trasladar al camposanto mancomunado los restos de miles de personas enterradas bajo tierra) a los Next Generation, sin suerte a la hora de obtener la financiación. En cuanto al jardín de la estación, se plantea dentro de un proyecto en el que participa la Universidad de Cádiz pero para el que hace falta, evidentemente, mucho dinero.