Cuatro décadas enseñando a los más pequeños
Educación
La Escuela Infantil Pekes cumple 40 años
Comenzó en 1978 con dos alumnos y actualmente tiene cerca de noventa, de entre 0 y 3 años
La Escuela Infantil Pekes está de celebración. Este centro, que es el primero de la provincia que obtuvo la autorización de la Junta de Andalucía como Centro de Educación Infantil, acaba de comenzar su curso número 40.
Carmen Portillo Izquierdo es su fundadora y actual directora pedagógica, y concibe esta escuela como "un proyecto vital" al que se ha dedicado en cuerpo y alma durante estas cuatro décadas. En los últimos años se ha incorporado al centro su hijo Enrique como director de recursos humanos y relaciones públicas, de tal forma que Enrique Sánchez Portillo es la cara más visible de Pekes y Carmen "es el motor de la guardería", afirma su hijo.
La escuela se fundó en agosto de 1978 con dos niños y este curso cuenta con cerca de 90 alumnos de entre 0 y 3 años. Inicialmente, estaba dirigida a menores de 0 a 6 años y durante varios cursos tuvo plazas concertadas con la Junta de Andalucía, pero cuando la competencia de la educación de 0 a 3 años pasó a la Consejería de Educación, Pekes se quedó exclusivamente como centro privado para el primer ciclo de Infantil.
Carmen Portillo cuenta que lo suyo es vocacional: "Siempre me ha encantado el mundo de los niños". Pero cuando estaba en COU, pensó estudiar la carrera de Medicina y escogió las asignatura optativas de la rama sanitaria. "Me quedó Química y el año que estuve estudiando para aprobarla, trabajé en distintos lugares, porque no podía estar quieta. Mientras, no paraba de darle vueltas a la idea de abrir una guardería", relata. Entonces, se puso a buscar un local y encontró una casa antigua con 400 metros cuadrados de patio donde puso en marcha su proyecto, tras conseguir todos los permisos necesarios. La casa estaba ubicada en el mismo lugar donde se encuentra la escuela actual (en la calle Colarte) y la propia Carmen, junto con familiares y amigos, adecuaron el espacio para poder acoger a los primeros alumnos. "Entonces, encaminé mi formación para poder dedicarme a la guardería", señala. Primero estudió Técnico Especialista en Educación Infantil, después Magisterio en Educación Infantil y luego ha seguido haciendo cursos y no ha dejado de formarse.
Se siente muy satisfecha porque su escuela ha sido pionera en muchos aspectos: desde la obtención de la autorización de la Junta como Centro de Educación Infantil, hasta la incorporación de un psicólogo y un logopeda, o la disminución de la ratio de alumnos por clase, entre otras cosas. Asegura que siempre ha apostado por la calidad y por la conciliación de sus trabajadores, también por el continuo crecimiento y la mejora constante. Todo esto le ha valido varios premios y reconocimientos.
Pero los comienzos no fueron fáciles; sobre todo cuando los dueños de la finca donde se encontraba la guardería decidieron venderla y tirar el edificio. "Peleé muchísimo y conseguí que declararan el equipamiento como escolar, de tal manera que el espacio, aunque vendieran la finca, tenía que quedarse como una dotación escolar privada", relata. Ella recibió como indemnización el suelo donde se ubicaba la guardería, pero tenía que encontrar financiación para construir un nuevo centro. "Fue muy difícil, porque yo era una mujer sola y a este negocio, en aquella época, no le daban ningún valor", lamenta.
El edificio se construyó "siguiendo exhaustivamente la normativa, e incluso superándola en muchos aspectos, ya que tiene espacios con los que no cuentan otros centros". Asegura que las educadoras también superan la titulación necesaria para atender a sus alumnos.
Actualmente, Pekes ocupa 600 metros cuadrados y tiene en funcionamiento siete aulas: tres para los niños de dos años, otras tres para los de dos años y una para los bebés de 0 a un año, que a lo largo del curso se irán incorporando a las clases de un año. Enrique Sánchez Portillo afirma que los alumnos están distribuidos en las clases por cuatrimestres, adecuándose así la escuela al momento evolutivo de cada niño. En el aula de 0-1 año hay dos educadoras y en las demás hay una tutora más otra educadora ayudante. En total, son 12 educadoras las que tiene el centro ahora mismo para atender a sus alumnos más el personal de apoyo, pero a medida que se vayan incorporando bebés a lo largo del curso, aumentará el personal de la escuela. Sánchez Portillo destaca la profesionalidad de las educadoras, que, además, están en continua formación.
Su madre quiere resaltar que la máxima de la escuela es Guiamos su descubrimiento, "porque si los niños están felices aprenderán a pesar nuestro, y lo que queremos es que se desarrollen plenamente. Por eso nos preocupamos de que estén bien y felices, así lo estarán también sus familias y nosotros, y será más fácil el aprendizaje".
Entre los servicios que ofrece, se encuentra la atención ininterrumpida a los menores durante todo el año, aula matinal, servicio de comedor con cocina propia, acercamiento al segundo idioma, taller de informática, actividades extraescolares, gabinete psicopedagógico, estimulación y atención temprana, y escuela de padres y madres.
Pekes es una "escuela abierta" que tiene una relación estrecha con las familias de sus alumnos, a las que intenta involucrar para que participen activamente en el centro, según su director de recursos humanos. Un ejemplo es la creación hace unos años, entre la guardería y los padres, de una asociación benéfica que cada verano realiza una cena solidaria.
Echando la vista atrás, Carmen Portillo afirma sentirse muy satisfecha de estos 40 años: "Siento la satisfacción del trabajo bien hecho, de que todo ha ido bien a pesar de pasar malos momentos, de que nadie que ha pasado por aquí nos recuerda mal y sobre todo, estoy muy satisfecha por la confianza que han puesto en nosotros las familias, que no nos olvidan. De hecho, con muchas seguimos teniendo contacto y hay antiguos alumnos que traen aquí a sus hijos. Incluso algunas de las educadoras son antiguas alumnas".
También se siente muy orgullosa porque la guardería tenga continuación con su hijo Enrique, en quien se ha apoyado para crecer y mejorar, y de quien asegura que es su mano derecha. "Su apoyo es fundamental. Estoy feliz de tenerlo conmigo".
A lo largo del Curso, Pekes hará alguna actividad para celebrar su 40 aniversario, pero sus responsables aseguran que todavía no hay nada concreto.
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