Se compra piso a bajo precio
Mientras que en el resto del país el mercado inmobiliario de segunda mano se reactiva e incluso aumenta su valor, en Cádiz apenas se venden casas por menos de los 150.000 euros.
Los datos estadísticos conocidos esta semana indican que el mercado inmobiliario se está recuperando en el conjunto del país: suben las ventas e, incluso, suben los precios. Cádiz, sin embargo, es una isla también para este sector.
Aunque hay leves síntomas de mejora, la venta de pisos, ya sea de nueva planta o de segunda mano, sigue sin salir con claridad de la profunda crisis en la que está inmersa desde hace unos años, según se reconoce desde empresas inmobiliarias.
"Las cifras de incremento que se han dado no son ciertas en la medida que la comparación de los datos de 2014 se realiza sobre un año, 2013, donde se vendieron muchos pisos al banco malo, lo que ha distorsionado las estadísticas. Más allá de esta circunstancia, el mercado ordinario no se ha visto afectado", destaca Ramón Rodríguez Trujillo, director de la Inmobiliaria Hispania, una de las de mayor actividad de toda la provincia.
Lo que sí se está produciendo en Cádiz es un significativo cambio en el perfil del comprador de pisos. La capital siempre ha sido una ciudad de vivienda muy cara, por la ausencia de suelo barato donde construir. Ahora el mercado mantiene precios altos pero que difícilmente se venden.
"Ahora mismo en la ciudad hay tres tipos de compradores. Por una parte están quienes invierten en pisos destinados al alquiler, porque han desaparecido los que adquirían para después vender y obtener un beneficio económico, siempre y cuando sean casas de poco más de 100.000 euros; después está la pareja joven dispuesta a pagar hasta 130.000 euros y, por último, el inversor de otras capitales, sobre todo del norte, que busca una casa en primera línea de playa y que rastrea hasta conseguir una buena oportunidad".
De esta forma, han pasado a la historia las ventas de segunda mano que superaban los 300, 400 o 500.000 euros, hasta el punto que "en los buenos tiempos, esta inmobiliaria llegaba a vender 18 pisos al mes, y ahora raramente pasa de los cuatro. Todo lo que sea entre 150.000 y 400.000 euros está completamente parado".
Esta circunstancia ha provocado una reducción en los precios en una parte de los pisos, pues hace apenas unos años era imposible encontrar una oferta en Cádiz por debajo e los 200.000 euros, aunque aún existan muchos propietarios que aguantan y apenas realizan rebajas "simplemente porque no necesitan esta venta para vivir".
Destaca Rodríguez Trujillo que, por lo que a su empresa respecta, se puede contar con "unos 450 pisos cuyos precios siguen fuera de los valores del mercado", y no hay perspectiva de reducción significativas en sus precios.
El daño que la crisis económica ha provocado en el bolsillo de la clase media, la que en las últimas décadas ha sacado a flote la economía de la ciudad, ha sido una de las principales causas de esta debacle inmobiliario. "Los bancos, que durante los últimos años habían cortado el grifo de los créditos, ahora comienzan a darlos de nuevo, pero lo hacen para clientes que tienen dinero ahorrado, y en la mayoría de los casos el comprador gaditano no se encuentra en esta situación, porque apenas tiene capacidad de ahorro".
Aunque no hay un dato global, Cádiz puede tener unas dos mil viviendas de segunda mano en venta. El último censo del INE, de 2011, cifraba en más de 5.000 las casas vacías en la ciudad.
Otra cuestión son los pisos de alquiler. El número de éstos que están en el mercado ha aumentado de forma considerable, cuando hace pocos años era complicado acceder a uno de ellos. La paralización del Plan de Rehabilitación del Casco Antiguo ha provocado este aumento de la oferta. Aquí también se mantienen precios muy elevados, incluso superiores a los 600 euros de alquiler mensual, si se busca una residencia en buenas condiciones. Por contra, encontrar algo por 300 euros o por debajo de esta cifra significa en la mayor parte de los casos casas en malas condiciones de habitabilidad, aunque sean estos los precios que buscan muchas familias que se han quedado sin un puesto de trabajo o sus ingresos se han visto reducidos de forma muy notable, según se destaca desde las empresas inmobiliarias radicadas en la ciudad.
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