La inmensidad de los antiguos terrenos que ocupaba Altadis no se llega a comprender hasta que no se hace una visita por todas las instalaciones. Esta fue una zona que se estuvo planteando como un posible destino para la Ciudad de la Justicia, pero los enfrentamientos políticos de unos y otros dio al traste con la operación.

Otro de los proyectos que finalmente no salió adelante fue de la de una clínica que iba a ir en el edificio de oficinas con forma de cruz.

Si se entra desde el recinto tradicional de la Zona Franca, lo primero que podemos encontrar son las tres naves de Centros de Añejamiento, que son los que se han sacado a concurso para llevarse toda la chatarra y dejarlos expeditos. Y un poco más delante el Centro de Paletizado Internacional donde estuvo Friking en primera instancia, con 1.844 metros cuadrados.

A continuación, a la izquierda podemos encontrar un edificio que anteriormente estaba dedicado a Instalaciones y Servicios generales, con un total de 1.180 metros cuadrados.

Después llega la nave de Torrot, que desde fuera aparece blanquísima gracias a la obras de adecuación que hizo la Zona Franca. Esta tiene un sótano, una planta baja, que es lo ocupado por Torrot y la primera que está sin ocupar y con una gran luminosidad. Lo ideal, según el Consorcio, es que Torrot se haga también con la primera planta.

Posteriormente está el gran edificio en U y que supone el principal del complejo. Ahí se encuentra la aeronáutica Alestis, que ocupa gran parte de la superficie e irá la nueva que se va a instalar. Sin embargo hay otros cuatro módulos que es un edificio de servicios, la planta de tabaco expandido, el almacén de materias primas y la planta de tabaco reconstruido. Todas ellas están entre los 2.700 metros y los casi 4.500 metros cuadrados.

Por último está el inmueble de oficinas y el centro de paletizado nacional, este último con 1.080 metros cuadrados por planta.