El todavía presidente en funciones del Consejo de Hermandades lamenta principalmente que en sus nueve años al frente del organismo no haya salido adelante el proyecto de museo dedicado a las cofradías. Martín José García ha sido uno de los máximos defensores de esa idea que llegó a plasmarse incluso en bocetos y que iba necesariamente de la mano del Ayuntamiento, que iba a ceder los antiguos Talleres Velasco (unas bóvedas que hay en el baluarte de Santa Elena, con acceso por el aparcamiento de la Cuesta de las Calesas). Pero el actual equipo de gobierno ha dado un giro a ese espacio, del que ha desaparecido el equipamiento museístico dedicado al patrimonio de las hermandades de la ciudad.

Fuentes municipales indicaron a este periódico recientemente que se está trabajando en un proyecto que contempla la recuperación de los antiguos Talleres Velasco para dotarlos de actividad hostelera y comercial. La operación se enmarcaría dentro de la gran actuación que tiene por objetivo recuperar y potenciar los usos del entorno de la Puerta de Tierra; lo cual se enmarca, a su vez, en un plan estratégico de Patrimonio que está elaborando el Ayuntamiento.

Precisamente, se cumple una década del primer anuncio de museo cofrade

Desde el Consistorio se aclara que aún no hay nada cerrado al respecto, pero este planteamiento dejaría a las cofradías sin su museo. O, al menos, sin el espacio de las bóvedas de Santa Elena para esta actividad cultural.

Con este revés, la posibilidad de dotar a la ciudad con un espacio museístico dedicado a las hermandades y a su patrimonio se aleja todavía más de lo que ya estaba desde las últimas elecciones. El actual equipo de gobierno ya manifestó en su momento la imposibilidad de financiar una operación que en su día se estimó cercana al millón de euros, e invitó al Consejo de Hermandades a explorar la vía de otras administraciones públicas (como la Diputación a través de fondos ITI) para lograr esa cantidad económica. Y aunque es cierto que el anterior Ayuntamiento (gobernado por el PP de Teófila Martínez) venía dando pasos de cara a este museo, acaba de cumplirse una década desde que se lanzara el primer anuncio de construcción del equipamiento; sin que hasta el momento se haya hecho más que un anteproyecto redactado en 2013 por la oficina municipal de Urbanismo.

En un principio, la idea de museo cofrade se estableció en el antiguo colegio de la calle Arbolí, según anunció el Ayuntamiento en el año 2007 -meses antes de que se celebraran elecciones municipales-. Y tras cuatro años de silencio el proyecto se trasladó en 2011 -también año de elecciones municipales- a Talleres Velasco, donde incluso la entonces alcaldesa y varios concejales enseñaron las instalaciones un Miércoles Santo a los responsables del Consejo.

A partir de esa visita es cuando el Consejo sí provocaría un mayor impulso a este proyecto, que destinaba a las hermandades un espacio de casi un millar de metros cuadrados para zona expositiva, sala de conferencias, un almacén, despachos para administración y otras dependencias. El Consejo llegó a conformar una comisión de hermanos mayores y de distintos arquitectos y técnicos que asesorarían el proyecto, pero las elecciones de 2015 y el cambio de gobierno frenó los avances que se habían producido. Y ahora, diez años después del primer anuncio, las cofradías se quedan sin su museo. O al menos, sin Talleres Velasco.