La "clientela" va en aumento

Manuel Mení y María Torres fundaron hace diez años en el colegio de la Viña la asociación lasaliana Calor en la noche para ayudar a las personas para las que la calle es su casa

María Torres Vera y Manuel Mení Pérez, los fundadores de la asociación lasaliana "Calor en la noche".
María Torres Vera y Manuel Mení Pérez, los fundadores de la asociación lasaliana "Calor en la noche".
Emilio López Cádiz

16 de junio 2013 - 01:00

Manuel Mení Pérez y María Torres Vera son un matrimonio perteneciente a la comunidad cristiana lasaliana de la Viña. Hace diez años vieron por televisión como en Madrid un grupo de personas salía a ayudar a las que vivían en las calles y, provistos de un termo con café con leche, decidieron hacer lo mismo en Cádiz. Así nació Calor en la noche, una asociación perteneciente ahora a la institución La Salle, con 47 voluntarios que, divididos en ocho grupos, todos los viernes del año atienden a personas, repartidas entre el casco antiguo y extramuros, que actualmente cifran en 74.

Manuel Mení afirma que en estos diez años "la clientela" ha ido en aumento, y al respecto dice que los bajos del balneario de La Palma en La Caleta algunas noches le recuerdan la antigua casa de Casa de Juan Paje, en la calle Obispo Urquinaona, por la cantidad de personas que pernoctan allí. Su esposa dice que se trata más de escucharlos , que es de lo que más carecen, y que el café les sirve de disculpa para acercarse a ellos.

Destacan que hay más hombres que mujeres, aunque van en aumento, y que el perfil medio responde a una persona de mediana edad, generalmente con problemas familiares, que padece alguna adicción y que se encuentra en desempleo, aunque ese perfil está cambiando y ahora son padres de familia, víctimas de la crisis económica, que se han encontrado en una situación que no esperaban.

Ellos, además de escucharlos le suelen ofrecer caldo de puchero, café con leche, bocadillos, ropa interior y, en invierno, también prendas de abrigo, como sacos de dormir o aislantes.

Dado que cada vez son más entre sus proyectos figura abrir un centro de día, donde puedan desayunar y contar con un lugar en el que poder refugiarse, sobre todo en invierno, a lo largo del día, y también que puedan disponer de un comedor los domingos, que es el día que no abren los de otras entidades.

Por otra parte, consideran importante que existieran pisos tutelados donde alojar a los que regresan de centros de desintoxicación, que vuelven a la calle y en muchos casos recaen en la misma adicción.

Manuel Mení destaca que Calor en la noche no recibe ningún tipo de subvención, sino que se mantiene gracias a la desinteresada labor de los voluntarios y a la aportación económica que realizan los socios, fieles al carisma de San Juan Bautista de La Salle.

De todas formas resaltan que lo que les gustaría sería que todos los que viven en las calles pudieran reinsentarse en la sociedad, para lo que consideran fundamental el acceso al empleo, ya que el paro es el culpable en la mayoría de los casos del incremento de personas que pasan las noche en el cajero de un banco, en la misma calle y en el mejor de los casos en uno de los dos albergues, donde está limitado el número de pernoctaciones .

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