camino al cile
  • Estudios multidisciplinares nutren las aportaciones en lingüística clínica, forense o computacional realizadas desde el Instituto de Lingüística Aplicada 

Nuestras claves en el mundo

Prueba que combina electroencefalografía y 'eye-tracker'. Prueba que combina electroencefalografía y 'eye-tracker'.

Prueba que combina electroencefalografía y 'eye-tracker'. / UCA

Escrito por

· Pilar Vera

Redactora

Las palabras son también nuestro primer y principal pasaporte al mundo. Sin su código, la realidad humana se nos resbalaría. El idioma nos hace únicos, a nivel grupal y personal. Sobre todo ello se investiga en el Instituto de Lingüística Aplicada (ILA) : un proyecto que inició su andadura como tal en 2014, y tuvo su semilla en el grupo de investigación Semaínein, a mediados de los 90, en la facultad de Filología y Letras de la UCA. El ILA es una iniciativa que se desarrolla a partir de la implicación de equipos multidisciplinares, que es la forma en la que –opina su director, Miguel Casas– avanza la ciencia. “La lingüística es una disciplina de por sí transversal, porque el lenguaje está en todo lo que hacemos”, afirma. Las líneas de actuación incluyen formación, investigación, transferencia y prestación de servicios. Entre estos, asesoría lingüística –un campo en el que trabajan mucho antes de la fundación del institución, tanto para la Universidad de Cádiz como para la de Sevilla o la Fundación de Estudios Andaluces– y la puesta en marcha de servicios periféricos a otras entidades, como la digitalización por escáner cenital –dentro de la universidad, en el Instituto han conseguido digitalizar casi todo el servicio de publicaciones–.

Dentro de las distintas especialidades desarrolladas por el centro, destacan los avances en lingüística clínica. La catedrática Carmen Baro, por ejemplo, estudia los efectos relacionados con síndromes genéticos y enfermedades raras: “La línea de experimentación de la psicolingüística clínica –explica Casas– lo que hace es establecer protocolos de actuación para ayudar al lenguaje de estos niños. Nosotros llevamos ya varios años trabajando con las familias de muchos menores en el Hospital de Algeciras, donde dos psicólogos clínicos manejan los aparatos que tienen ahí”. Ahora mismo, se acaba de presentar a la última convocatoria de proyectos a nivel nacional una propuesta de trabajo que une lingüística, ingeniería acústica y medicina -liderada por la propia Baro- y que estudia el desarrollo del lenguaje en bebés prematuros desde que nacen hasta los dos años. “Los ingenieros acústicos se dieron cuenta de que, cuando los niños nacen, en el entorno de las incubadoras hay un ruido ensordecedor –explica Miguel Casas–. Así que han creado un prototipo de incubadora para paliar esto, después de haber estado pidiendo mucho tiempo una cámara insonorizada, sin que se la dieran”. El incluir a ingenieros en el proyecto ha hecho que se hayan podido conseguir cámaras y equipación. “Lo que desean los médicos es estudiar el lenguaje de forma longitudinal en prematuros para ver la evolución de los niños”, especifica Casas.

Dentro de los ámbitos de estudio del Instituto de Lingüística Aplicada se encuentra también el lenguaje computacional, ese “punto de conexión entre la informática y la lingüística, aunque últimamente también hablamos de lingüística digital”, y de la aplicación de lo digital a las humanidades; o el de la lingüística forense, “uno de los campos que más llaman la atención”, apunta Miguel Casas, que recuerda casos emblemáticos, como los atentados del 11-M, donde el análisis de las cintas de voz jugó un papel fundamental a la hora de descubrir la identidad de los terroristas: “Al peritaje lingüístico –continúa–, se unen también abogados penalistas y procesales”.De hecho, en Criminología en Jerez desarrollan una asignatura transversal que tiene que ver con las técnicas de lingüística forense aplicada al delito.

El ILA cuenta actualmente con dos laboratorios, el de Lingüística Computacional, y el de Fonética y Acústica:“En 2018 –contextualiza Miguel Casas– se crea una unidad de lingüística experimental, donde vamos integrando elementos que en principio no se sabía si podrían ir unidos, pero las últimas investigaciones nos han terminado dando la razón. Dentro de esta línea es donde se encuentra el Laboratorio de Fonética e Ingeniería Acústica; mientras que otras dos patas tienen que ver con la psicolingüística experimental. Empleamos dos equipos, el de electroencefalografía y el 'eye-tracker', con el que podemos estudiar las respuestas de un individuo a través del movimiento de los ojos”. Una práctica que está dando muy buenos resultados, cuenta Casas, “analizando a niños con problemas y, lo más interesante para los médicos y especialistas, es que ambos equipos se pueden combinar en un mismo experimento”.

Muchos de los servicios desarrollados desde el ILA buscan la transferencia (la presencia) en la sociedad:“Para nosotros, es un triunfo que podamos hacer una evaluación de una serie de síntomas, y que los padres tengan acceso a un diagnóstico de lo que le pasa a su hijo, algo que lo mismo hasta entonces no tenían. Es una propuesta con mucha proyección social”, indica, mencionando que la asociación de autismo a nivel nacional se ha interesado por los resultados obtenidos a través del 'eye-tracker': “Ellos tienen un proyecto muy interesante de detección precoz del autismo, para lo que este equipo resulta esencial”.

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