La cirugía prevé grandes avances para solucionar la ceguera reversible

"La cita ha sido un éxito en todas sus vertientes. En primer lugar, en cuanto al número de asistentes porque hemos superado todas las expectativas. La cita en Cádiz aparecerá como la que fue capaz de congregar a una mayor cifra de especialistas en la materia. En este sentido, atendiendo a las encuestas de satisfacción que les pasamos y luego recibimos ya cumplimentadas, los congresistas han quedado encantados con la ciudad y la simpatía de sus gentes. Había mucha expectación y no hemos defraudado al visitante".

Este es el balance realizado por el doctor Pedro Caro Mateo, presidente del comité organizador, al término del 25 Congreso de la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto-Refractiva (Secoir), celebrado hasta el pasado fin de semana en la capital gaditana.

Asimismo, Pedro Caro añade que "el nivel científico ha sido excepcional. Hemos conocido numerosas novedades relacionadas con nuestra especialidad y los resultados de las últimas técnicas aplicadas en diversas patologías que, a día de hoy, entendemos consolidadas. Indudablemente, todo ello redundará en beneficio de la salud de nuestros pacientes".

El presidente del referido congreso destacó "la importancia de este tipo de estas citas", cuya periodicidad es anual: el próximo congreso de la sociedad se verá durante 2011 en Valencia y el siguiente en Barcelona. "Los congresos impulsan el trabajo colectivo, priman los intereses generales por encima de los particulares. Se trata, en definitiva, de la puesta en común por parte de una serie de profesionales de los conocimientos adquiridos durante el desarrollo de su actividad laboral y ahí no caben egoísmos.

La Secoir representa la segunda sociedad por importancia, atendiendo al número de especialistas adheridos, en el marco de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), que históricamente se ha destacado por la defensa de los intereses colectivos de los oftalmólogos que, finalmente, redundan a favor del enfermo".

Pedro Caro se refirió también a algunos de los principales asuntos tratados durante la convocatoria, caso de las cataratas y otras dolencias que trata la cirugía refractiva, encaminados a corregir un defecto de graduación detectado en el paciente, ya sean miopía, hipermetropía, astigmatismo, presbicia y/o la combinación de cualquiera de ellas. "Hoy en día, existen múltiples técnicas para la corrección de los defectos refractivos que podemos clasificar esencialmente en dos grupos: las técnicas que actúan sobre la superficie corneal y aquellas que se denominan intraoculares", explicó el facultativo, tras insistir en la necesidad de prevenir: "En niños de cuatro años debemos asistir al oculista para detectar problemas relacionados con el ojo vago o 'pereza visual'. También es necesario pasar por la consulta cuando se cumplen los siete para detectar posibles defectos refractivos, es decir, los relacionados con la graduación visual, que pueden corregirse. A partir de los 45 años, se considera oportuna una revisión anual o cada dos años, en función de cada paciente, para prevenir dolencias como las cataratas o el glaucoma.

Esta última, que por otra parte es una patología muy habitual, escenifica la lesión de las fibras del nervio óptico que produce el aumento de la presión intraocular. Este aumento de presión genera, lenta y progresivamente, un aumento de la excavación a nivel de la cabeza del nervio óptico con una pérdida de fibras nerviosas del mismo, algo irrecuperable.

En cualquier caso, el conocimiento avanza y no descartamos que a largo plazo ésta y otras atrofias del nervio óptico, provocantes de la ceguera, puedan tener solución"