Ayer, a las diez de la mañana, tuvieron lugar en la Catedral las solemnes honras fúnebres por el eterno descanso del alma del que fuera obispo de Cádiz, José María Rancés y Villanueva.
El cardenal arzobispo de Sevilla, Almaraz, ofició la ceremonia vistiendo de pontifical con el terno antiguo y magnífico de la Hermandad de San Pedro. Se interpretó la misa de Perossi, a gran orquesta dirigiendo el hermoso conjunto el ilustre José Gálvez y Ruiz.
Terminada la misa y los cuatro responsos, el cardenal Almaraz pasó a la sala Capitular para despedir el duelo. Junto al cardenal se encontraban el Cabildo Catedral y el Ayuntamiento de la ciudad.
Almaraz fue despedido a su salida por la puerta de San Pablo por el Cabildo Catedral, cuerpo de Beneficiados y Seminario. El cardenal arzobispo de Sevilla bendijo reiteradamente al numeroso público que aguardaba en la calle su salida de la Catedral.
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