La consejera de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro, presentó ayer en el Palacio de Congresos la campaña que el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) ha creado para conmemorar el Día Internacional de la Mujer el próximo 8 de marzo. Hacia delante, todas juntas, es el lema elegido para reafirmar que la igualdad es un derecho irrenunciable, que hay que luchar para seguir dando pasos y que es fundamental mantener todo lo conseguido hasta ahora.

La campaña, que estará activa hasta el 11 de marzo, se compone de un vídeo que se emitirá por televisión, radio y redes sociales y de 30.000 carteles que se repartirán por toda Andalucía. Además, según la consejera, se ha creado una campaña destinada exclusivamente al ámbito educativo, que pretende "sensibilizar a los alumnos para fomentar la conciliación, evitar la violencia de género y favorecer los valores de corresponsabilidad". Para conseguirlo se repartirán 30.000 folletos informativos en centros de Primaria y Secundaria. Por otra parte, el mismo día 8, el Instituto Andaluz de la Mujer ha organizado un concurso de carteles para artistas jóvenes noveles con el objetivo de fomentar la igualdad de oportunidades.

Navarro destacó que aunque esta es una fecha conmemorativa, "ojalá llegue el día en que deje de serlo", pero que ahora mismo lo fundamental es poner en marcha "políticas para seguir avanzando y medidas para conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres, porque la igualdad o es real o no es igualdad". Y es que a juicio de la consejera "crisis como la que vivimos ahora mismo afectan sobre todo a la mujer en sus condiciones laborales, pues a pesar de estar prohibido por ley, es un hecho que las mujeres cobramos menos que los hombres por realizar el mismo trabajo". También señaló que la conciliación de la vida familiar y laboral es otro lastre para la mujer, pues en la mayoría de los casos, es ésta la encargada de llevar adelante las labores del hogar y de cuidar de los hijos. Denunció que se está feminizando el contrato a tiempo parcial, que aunque permite la conciliación, supone una pérdida de poder adquisitivo; así como el teletrabajo, una fórmula que considera correcta siempre y cuando "sea compartida entre hombres y mujeres".