Política municipal

El blindaje ante el entorno político de Adelante Cádiz

  • La salud de la coalición en la capital gaditana sigue siendo de roble pese a que en otros lugares ha saltado por los aires

José María González 'Kichi' y Martín Vila, en un autobús híbrido en Cádiz.

José María González 'Kichi' y Martín Vila, en un autobús híbrido en Cádiz. / DC

La coalición que lleva las riendas del Ayuntamiento de Cádiz se ha blindado al entorno político, donde los pactos y las uniones de siglas que hubo en las últimas oleadas electorales saltaron por los aires. Sin embargo, en la capital gaditana la salud de Adelante Cádiz, coalición que conforman lo que era Podemos y ahora la rama anticapitalista que se ha reconvertido en la Adelante Andalucía de Teresa Rodríguez, más Ganar Cádiz (donde se integra Izquierda Unida), sigue siendo de roble. Más allá de pequeñas diferencias y tirones de orejas que ha habido por algunas cuestiones, tienen muy claro que quieren acabar el mandato de la mano para tratar de finalizar un proyecto que en 2023 presenta alguna interrogante y también alguna certeza.

Martín Vila, que es el coordinador local de Izquierda Unida, ya ha dicho que en 2023 no se volverá a presentar. Más dudas ha mostrado el alcalde José María González ‘Kichi’, que sigue deshojando la margarita acerca de si debe volver a encabezar su proyecto político.

En otros lugares los acuerdos han saltado por los aires pero hay una diferencia bastante importante con el resto y es que aquí gobiernan, por lo que cualquier ruptura es mucho más sensible que en cualquier otro lugar.

Aquí tampoco se producen divergencias ideológicas sino que es una alianza basada en el pragmatismo del gobierno municipal sustentada por unas líneas comunes que se potencian frente a las diferencias.

El coordinador provincial de Izquierda Unida y alcalde de Trebujena (población que es uno de los feudos históricos de IU), Jorge Rodríguez, dijo que era una “incoherencia que los ediles de Izquierda Unida”, en este caso Martín Vila y Rocío Sáez, siguieran en el Gobierno de la ciudad.

Eso de momento se ha quedado ahí y no se ha abierto ningún proceso de sanción ni nada por el estilo, pero de aquí a 2023 se presenta un panorama lleno de incertidumbres. Si vuelve a reeditarse el pacto entre Izquierda Unida y Podemos, las siglas de esta última en la capital gaditana están en proceso de reconstrucción y tratando de recuperar el espacio que ha perdido hasta el extremo de que no tienen ni siquiera una sede física.

Posiblemente en Cádiz haya mucha gente que no sepa que Martín Vila pertenece a Izquierda Unida porque en sus discursos y comparecencias si se sale del colectivo de Adelante Cádiz es sólo para referirse a Ganar Cádiz, la plataforma que une a varios colectivos y personas y con la que compareció en solitario a las elecciones municipales de 2015.

Vila debutó en la política en 2011 cuando fue como número 5 en las listas de Izquierda Unida que encabezaba Sebastián Terrada. En aquel entonces se sacaron tres ediles. En 2014 Blanca Marzán tuvo que renunciar y la que le tocaba entrar en San Juan de Dios, no dio el paso y Martín Vila apareció en la escena política. Ya entonces trabajaba como asesor del trebujenero Manuel Cárdenas en la Junta, entonces coordinador general de Izquierda Unida. A partir de ahí, coordinador local de IU en unos comicios en los que se enfrentó a David Navarro, encabezar las listas de Ganar Cádiz y entrar en el gobierno municipal con una coalición, con la Concejalía de Urbanismo y siendo primer teniente de alcalde.

Vila, en la última contienda de Izquierda Unida para liderar a este partido a nivel provincial, tomó partido por el bando perdedor, el de José Luis Bueno, por lo que el gaditano no tiene apenas peso en la cúpula provincial, algo que tampoco debe preocuparle mucho cuando ya él mismo va dirigiéndose a la puerta de salida.

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