Una batalla para el recuerdo de 1808

El Museo de las Cortes recoge una exposición sobre la rendición de la escuadra francesa

La exposición ocupa la planta baja del edificio del Museo de la Cortes de Cádiz, en la calle Santa Inés.
La exposición ocupa la planta baja del edificio del Museo de la Cortes de Cádiz, en la calle Santa Inés.
Emilio López / Cádiz

18 de junio 2008 - 01:00

Desde un busto de Francisco de Solano, el gobernador de Cádiz y capitán general de Andalucía, al que el pueblo asaltó su casa y acabó con su vida, a la sección de una batería de un navío de línea del siglo XVIII, un bando de Juan Ruiz de Apodaca, el general de la escuadra, o un manifiesto del general Tomás de Morla, sucesor de Solano, pasando por una maqueta del HMS Victory, el navío británico que participó en la batalla de Trafalgar, a bordo del cual falleció el almirante Horatio Nelson, entre otros documentos, enseres y grabados, forman la exposición La rendición de la escuadra francesa, que desde el pasado sábado permanece abierta al público en el Museo de las Cortes de Cádiz, en la calle Santa Inés.

Juan Ramón Ramírez, director de los museos municipales, afirma que la muestra, que podrá visitarse hasta el 31 de agosto, supone una modesta aportación para recordar el que fue el primer acontecimiento bélico de la Guerra de la Independencia favorable a España, la entrega de la escuadra francesa, compuesta por cinco navíos, al mando del almirante Rossily, el 14 de junio de 1808.

La citada escuadra se hallaba en Cádiz como resultado de la alianza franco española que se produjo tres años antes, con motivo de la batalla de Trafalgar, mientras que en las inmediaciones, en la propia Bahía, se concentraba otra flota inglesa.

Los sucesos del 2 de mayo en Madrid fueron el punto de partida del conflicto y, pese a que España era oficialmente aliada de Napoleón, gran parte del país le declaró la guerra a Francia.

El profesor José María García León, autor del texto que figura en el tríptico de la exposición, señala que con ese motivo se fueron formando juntas en las distintas ciudades, entre ellas en Cádiz, y que tras el asesinato de Solano fue Morla el que el 30 de mayo de 1808 conminó a rendirse a la flota francesa y ante la negativa del almirante el 9 de junio ordenó abrir fuego contra sus barcos.

Cinco días más tarde Rossily decidió rendirse y entregó su flota al jefe de la escuadra española, el almirante Ruiz de Apodaca.

La rendición de la flota francesa supuso casi 4.000 prisioneros, un buen número de cañones, diverso armamento y equipos completos de municiones y efectos, así como víveres para tres o cuatro meses.

A esa primera victoria le siguió otra más conocida, la del general Francisco Javier Castaños, que ya había estado destinado en Cádiz, en la batalla de Bailén el 19 de julio de ese mismo año, siguiendo con la guerra contra el invasor napoleónico, que se prolongó durante los siguientes seis años, comenzando así la Historia Contemporánea.

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