Las barbacoas, un botellón a la fresquita

La noche del trofeo

Predominio de gente joven entre los reunidos en la playa Victoria

Las barbacoas congregran a 33.000 personas en las playas
Las barbacoas congregran a 33.000 personas en las playas
Miguel Aguilar

Cádiz, 04 de agosto 2013 - 08:24

La fiesta de las barbacoas ha venido a convertirse con el paso de los años en un botellón a la fresquita, por aquello de que se celebra a la orilla del mar.

Anoche sucedió lo mismo que en las ediciones más recientes, la gente joven era la que predominaba entre los concentrados entre los módulos 2 y 4 de la playa Victoria, con una extensión de poco más de un kilómetro, donde a partir de las ocho de la tarde, coincidiendo además con la bajamar, se empezó a producir un relevo entre los que la abandonaban y los que llegaban a esa hora.

A las nueve y media de la noche ya se veían algunas barbacoas encendidas, aunque más bien pocas, al igual que el número de familias, fieles a la constumbre de pasar en la playa la noche grande del antaño singular Trofeo Ramón de Carranza.

Por la mañana, intuyendo quizás que las bebidas alcohólicas iban a predominar sobre las viandas por parte de los que ahora cuden a las barbacoas, la empresa Ecovidrio llevó a cabo una campaña de concienciación sobre la importancia del reciclaje del cristal, repartiendo bolsas de plástico entre los bañistas, que una vez llenans podía canjear por un boleto para subir a un globo aerostático, amarrado a tierra, desde el que poder apreciar una desconocida vista de la ciudad.

También por la tarde voluntarios medioambientales, coordinados por las delegaciones de Medio Ambiente y Playas, llevaron a cabo la denominada Operación Playa Limpia, para lo que tenían previsto repartir 5.000 bolsas de basura y 10.000 ceniceros ecológicos.

Los accesos a la playa, donde se situaron vigilantes jurados, también ofecían información en materia de limpieza y de conducta en un recinto que, como las demás playas de la capital, posee la Bandera Azul de los Mares Limpios de Europa, y ha sido la primera en certificarse con un Sistema de Gestión Mediambiental.

A las diez y media de la noche eran muchas las personas de todas las edades que transitaban por el Paseo Marítimo para ver lo que ocurría en la playa, donde la mayor concentración de público se producía a la altura del módulo central y a la del antiguo cementerio de San Jose.

Precisamente ese público recordaba al que hace años acudía de manera masiva a la playa Victoria, en la que han llegado a concentrarse unas 250.000 personas con motivo de las barbacoas, mientras que en la pasada edición fueron menos de 40.000.

Estaba previsto que la iluminación de la playa se mantuviera durante toda la noche y que permanecieran igualmente abiertos todos los servicios.

Además de los vigilantes jurados integraban el dispositivo efectivos de la Policía Local y de Protección Civil, y alrededor de las seis de la mañana estaba previsto se procediese a invitar a los que sigueran en la playa a abandonarla, contando para ello con el apoyo de la Guardia Civil, para proceder a la limpieza, con un primer turno de 190 operarios de seis de la mañana a una de la tarde. A las doce del mediodía está previsto que el Ayuntamiento informe sobre todo lo acontecido en la playa Victoria.

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