Un bache insuperable

La Ley Boyer se lleva por delante la taberna La Carbonera, en la calle San Fernando, un bar con más de cien años de historia que cierra hoy sus puertas

José López, Pepe de La Carbonera, llena una copa de los característicos barriles de la taberna.
José López, Pepe de La Carbonera, llena una copa de los característicos barriles de la taberna.
J. A. L. Cádiz

31 de diciembre 2014 - 01:00

El año 2015 trae bajo el brazo la aplicación de la llamada Ley Boyer. En la práctica: la actualización de los alquileres de renta antigua de los comercios con subidas, desorbitadas en muchos casos, que obligan a echar el cierre a múltiples negocios. La centenaria taberna La Carbonera es, de momento, la siguiente víctima conocida. El bar, ubicado en el callejón de San Fernando esquina a Marqués de Cádiz (uno de los laterales del edificio Amaya), cierra hoy sus puertas 114 años después de abrir sustituyendo a la carbonería que ocupaba en siglos pasados el local. La Ley Boyer se convierte así en un bache insuperable hasta para los baches más célebres.

José López Rodríguez, más conocido como Pepe de La Carbonera, recogía ayer tarde por penúltima vez los enseres de su bar sin ocultar la pena: "Yo sólo llevo aquí doce años, pero esto tiene una clientela muy fiel, un público al que yo estimo y que a partir del 1 de enero no podrá venir. Ni yo podré trabajar aquí". Hoy echará el cierre, aunque antes, alrededor de la una, recibirá el homenaje de algunos de sus clientes.

Pepe tiene 61 años y empezó a trabajar con nueve años, siempre en el mundo de la hostelería. Eran tiempos difíciles en los que estudiar no estaba al alcance de todos porque la supervivencia de las familias dependía de aprovechar las oportunidades: "Yo era el segundo de diez hermanos y había que trabajar".

Pero Pepe no se queja porque confiesa que le apasiona el mundo de la hostelería. Sin embargo, a partir de mañana tendrá que resituarse en la vida porque el cierre de La Carbonera le deja sin trabajo. No conoce este vejeriego de La Muela los detalles del nuevo alquiler que el dueño del local solicita a las personas que se hicieron cargo de local y que pusieron al frente a Pepe, pero entiende que será una cantidad que se escapa de sus posibilidades.

Con el cierre de La Carbonera se pierden sus barriles de manzanilla San León, de fino Arroyuelo, de moscatel Gloria, de amontillado o de moscatel de pasas. También sus esporádicas tapas de queso o mejillones. Y ese ambiente reflejado en sus paredes, repletas de estampitas de cristos y vírgenes, de fotos y dibujos de carnaval y de escudos y cuadros de fútbol. Paredes de Cádiz y sus baches.

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