Diego del Ojo, profesor asociado de Dermatología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cádiz (UCA) es partidario de que las autoridades sanitarias den un paso importante en eso que han bautizado con el "palabro" de "desescalada" en la crisis sanitaria provocada por el coronavirus y permitan a los niños salir de sus casas entre 10 y 20 minutos al día. "Es evidente que esta salida deberá estar acompañada de todas las medidas de protección más que conocidas pero es hora de calibrar si los beneficios que puede conllevar el exponerlos de nuevo al sol pueden ser mayores que los perjuicios que les puede provocar la falta de exposición a los rayos solares".

El doctor Del Ojo, a sus 62 años de edad, hace extensivo esta necesidad de tomar el solo no sólo a los niños sino también al resto de humanos, y más aún a los mayores. "Es bueno y necesario para todos", según este profesor, nacido en Lebrija pero afincado en Cádiz desde hace más de 40 años. Del Ojo, que ejerce también como dermatólogo en el Instituto Médico Siglo XXI de Jerez considera que "a los padres tenemos que pedirles que pongan a sus niños al sol, entre 10 y 20 minutos, todos los días aunque sea frente a una ventana abierta".

Los efectos beneficiosos del sol los conoce todo el mundo, pero es bueno, ahora con motivo del confinamiento, recordar a la población que la exposición racional a los rayos solares es buena para el desarrollo de los dientes y de los huesos, para tener un aspecto saludable, para el desarrollo del sistema inmunológico, algo muy necesario para que nuestros pequeños puedan defenderse de cualquier tipo de enfermedad. Con esto pone la mirada también en los mayores, ya que tomar el sol también ayuda a regular la tensión arterial, sin olvidar que favorece la prevención de muchos tipos de cáncer y, algo tan sencillo como que estimula el ánimo y el aspecto saludable para las personas.En cuanto a las pesonas de más edad, Diego del Ojo, aconseja a las residencias de mayores que expongan a su pacientes al sol un ratito cada día, en la medida de lo posible y siempre siguiendo las recomendaciones sde las autoridades sanitarias.

Por otra parte, este profesor de la Universidad de Cádiz recuerda que "llevamos tiempo hablando de si estamos abusando o no de los protectores solares, y a lo mejor tenemos parte de culpa de que los seres humano estemos padeciendo un déficit de vitamina D por culpa de esa sobreprotección. Es algo que no está del todo claro este tema".

Pero claro, tampoco cabe olvidar que la sobre exposición al sol a ciertas horas del día aumenta el riesgo del cáncer de piel. A esto, Diego del Ojo, que ha protagonizado, según confiesa, decenas de conferencias sobre este tema, advierte que a los trasplantados, a los inmunodeprimidos o las personas sometidas a  tratamientos de cáncer se convierten en personas muy vulnerables ante otros tipos de cáncer."¿Pero eso quiere decir que no tomar el sol aumenta el riesgo de contraer cáncer", le pregunta este Diario. "Me refiero a que el sol previene varios tipos de tumores y de lesiones. No es, por ejemplo culpable de un cáncer de hígado o de huesos".

El doctor Del Ojo suma a todo esto que la exposición al sol de esos diez o veinte minutos al día puede ayudarnos a regularizar el sueño por el papel que tiene aquí la melatonina, una hormona que nos pone más fácil dormir más y, sobre todo, mejor y de manera más gratificante.

Y sigue sumando este profesor de la UCA, ya que insiste en que la falta de sol provoca muchos déficit de atención, de tristeza, "y a veces nos hace sentirnos con el ánimos por los suelos".

Pero tampoco hay que olvidar que la autoridades sanitarias siguen prohibiendo a los niños a salir a la calle y que hay personas que viven en pisos en los que sus ventanas dan sólo a patios interiores. En estos casos, la única manera. mientras que no se levante esa prohibición, es sustituir el sol con una dieta que te aporte esa vitamina D. "Hablamos de la leche, el atún, los huevos, los cereales, ciertos tipos de pescado... Ya que no podemos tomarnos una buena caballita en la Caleta que eso sí que es la mejor manera de conseguirle a nuestro cuerpo una buena dosis de salud, alegría y de vitamina D".

En cuanto a los bebés nacidos en confinamiento, este dermatólogo gaditano afirma que los pediatras saben a la perfección el tipo de complementos vitamínicos que hay que suministrarles para compensar ese déficit de esa vitamina, "sin olvidarnos de que la leche materna es capaz de todo". Y si a eso se le añade un rato de sol aunque sea frente a una ventana o en una terraza, mejor que mejor.

"El humano necesita sol porque si no se muere", sentencia Diego Del Ojo y "lo aconsejable es que se pemitiera a niños y mayores a salir a tomar el solo entre diez y veinte minutos diarios igual que se deja, sin ir más lejos, a los autistas". "Nunca sin olvidar las medidas de protección, unos metros de distancia, unas mascarillas, evitar el contacto con otros niños o tocar los columpios. Se trata un simple y saludable paseo diario".