La paralización casi total de la inversión pública y la ralentización de los proyectos privados han tocado de lleno a la recuperación del parque de vivienda del casco antiguo.

No es algo nuevo, pues se viene sufriendo desde el inicio de la crisis económica, pero un estudio que están elaborando varias de las asociaciones de vecinos más activas de la ciudad pone en evidencia el estado de abandono en el que está cayendo parte del parque de fincas de intramuros.

Los edificios que se encuentran vacíos se cuentan ya por decenas, a los que hay que unir los que están en mal estado. Todo ello supone dejar fuera del mercado inmobiliario centenares de pisos, lo que contrasta con la necesidad de viviendas que hay en la ciudad y que sigue provocando el éxodo de una parte de la población de la capital.

Son las asociaciones de Santa María y Cádiz Centro las que están coordinando este trabajo estadístico. La idea es que esté terminado a mediados del próximo año. El documento supone un análisis en profundidad de las fincas vacías o de aquellas que están en mal estado. Una vez redactado en su totalidad, se trasladará a las administraciones públicas "para que éstas y los propietarios privados asuman la responsabilidad que sobre este problema deben asumir", según destaca Francisco Gómez, de la asociación de Cádiz Centro.

Desde Santa María se está coordinando la búsqueda de datos también en La Viña, Mentidero y El Pópulo. En conjunto, el número de fincas que están vacías se eleva a cerca de 70. El reparto es similar en los tres primeros barrios, mientras que en El Pópulo quedan 4 en esta situación.

Pero a todo ello hay que unir los inmuebles que se encuentran en mal estado, los que superan el medio centenar. En este caso, preocupan especialmente las 32 fincas localizadas en La Viña. Con ello, en este populoso barrio hay más de sesenta edificios que no están en condiciones.

En cuanto a Cádiz Centro, ha unido a su zona de influencia la del barrio de San Juan. Esta entidad ya realizó en su días un informe sobre el estado de la vivienda. Ahora lo actualiza y lo amplía con el número de pisos vacíos. Si las fincas sin uso alguno se mantienen en número, cerca de 50 entre los dos barrios, Francisco Gómez da la alerta sobre los datos de viviendas sin residentes.

"Las cifras nos están sorprendiendo, porque pensábamos que eran bastantes menos. Aún no hemos concluido el informe pero ya cuantificamos más de 200, y solo en nuestra zona. Hay pisos vacíos incluso en fincas que se han rehabilitado recientemente, lo cual no entendemos y no sé como se permite", se lamenta el dirigente vecinal.

Lo cierto es que éste no es un problema único de esta zona. Como ejemplo, José Rodríguez menciona el caso de Santo Domingo 15, donde residen dos familias "cuando podían ser quince".

El último estudio conocido cifraba en 122 el número de fincas vacías en la ciudad. Pendiente de cerrar el informe vecinal, esta cantidad se ha incrementado levemente, lo cual de por si ya es grave asumiendo la necesidad de casas que tiene la ciudad. Atendiendo a esta estimación e incluyendo también a cerca de cien edificios que están en malas condiciones y a aquellos que, sin problemas estructurales, pueden tener casas cerradas, el casco antiguo de Cádiz podría contar con unas 2.000 viviendas desocupadas.

Asumiendo que un porcentaje de ellas no alcanzan los mínimos exigidos para ser habitadas, la puesta en el mercado inmobiliario del resto, a precios más de acorde con la situación económica de la ciudad, solventaría en buena parte el problema de la vivienda que soporta el casco histórico, sobre todo mientras no se reactiva con fuerza la construcción.

En este sentido, José Rodríguez ya vislumbra los primeros síntomas de una recuperación, aunque ciertamente leve y muy lejos de las elevadas inversiones, públicas y privadas, realizadas hace menos de una década.

Menciona en este sentido la próxima promoción que va a iniciar la Junta de Andalucía en Santa María, la primera en años; mientras que el Ayuntamiento ultima algunos proyectos y la iniciativa privada realiza proyectos puntuales o algunos de mayor calado, como un edificio de nueva planta que se levanta en Rosa la Patera, que es el primero de estas características que se ejecuta desde hace años en el barrio, como resalta el dirigente vecinal.

Junto a todo ello, sí se mantienen los trabajos de mantenimiento en el importante parque de fincas propiedad de la Junta y el Ayuntamiento en el casco antiguo, lo que al menos evita que se degraden más edificios en intramuros.