La vivienda que hoy describimos se encuentra ubicada en el barrio del Mentidero. Tiene una superficie de 250 metros cuadrados dividida en dos plantas: una primera donde se hallan el salón, comedor, cocina, tres baños con tres dormitorios, lavadero y vestidor; y una segunda planta donde se encuentra un gran ático con barbacoa y piscina.

Sus propietarios, un matrimonio joven, han diseñado la casa con grandes espacios abiertos y limpios protagonizados por la domótica; han aplicado en todos sus rincones una integración automatizada de  la vivienda. 

El salón lo preside una pareja de sofás tapizados en acquaclean de color grisáceo en torno a una mesa central de color madera y pata de hierros. Junto a la pareja de sofás le acompaña un sillón de diseño de los 70 del siglo pasado, junto a una banqueta  tapizada  también con una tela vintage.  En todo  el espacio abierto y luminoso se ubica también una librería que combina los colores blanco lacado y madera. Un cuadro adquirido en uno de los viajes a Bali con una gran gama de colores en su composición cuelga en una de sus paredes, junto a un paisaje  de La Caleta adquirido en un concurso de pintura rápida. En una de sus esquinas se acomoda un velador con la tapa de madera tallada y protegido con cristal y pata de hierro. Un jaseado de escayola oculta una tira de led que ilumina todo el espacio descrito. 

Junto al salón se encuentra el comedor, con una de sus paredes  revestida en piedra natural. Esta estancia la preside una mesa extensible de madera para 14 comensales, junto con  un conjunto de sillas tapizadas en color gris claro. Como obra a destacar en esta estancia es digna de mención una serigrafía del pintor gaditano Hernán Cortés, adquirida en la galería Benot. Para todo ello se utiliza en su decoración  una lámpara led de diseño. 

La cocina es uno de los lugares más frecuentados  por su propietario, un gran aficionado a la gastronomía. En ello ha diseñado cada espacio y rincón en función de su utilización. Se encuentra dividido en dos ambientes: una zona para comer y otra para cocina delimitada por una barra de madera. Todo el mobiliario de la cocina es de color blanco roto, que, lo combina con el negro y el acero de los electrodomésticos. Para la encimera se ha utilizado  un cerámico gris. 

Un frontal de madera gris y blanco se utiliza como cabecero en el dormitorio principal. Este frontal finaliza en una de sus esquina con un  tocador. En los laterales de la cama se coloca una pareja de mesas de noche  de madera a juego con el frontal de la cama, en el que se apoya una pareja de lámparas de acero cromado y cristal. Al tocador le acompaña una original banqueta simulando una maleta de viaje, tapizada en terciopelo rosa. También en otra de sus esquinas se sitúa un sillón con patas doradas,  tapizado en terciopelo rosa a juego con la banqueta descrita. Junto al dormitorio se halla un amplio vestidor, que se comunica con unas puertas correderas de color gris y cristal  biselado al ácido. Todo el interior se ha realizado con madera de color natural. 

El baño principal recubre sus paredes con baldosas de cerámica, excepto en a la ducha, que está recubierta de mármol. Para su mobiliario se ha utilizado la madera, la cual combina  los colores blanco y madera. 

Una escalera revestida de piedra natural comunica con el ático, la zona de ocio de la vivienda. El ático es un lugar limpio y abierto con vistas a todas las garitas de Cádiz.  Una gran piscina de gresite protagoniza casi todo el espacio junto a una ducha realizada con mármol travertino y una barra de granito para barbacoas. Todo este espacio está iluminado tanto en sus pretiles como en sus paredes con focos de diseño. 

La distribución y decoración de la casa destaca por sus espacios y por su simplicidad, ornamentada con pequeños objetos decorativos.