Viajó a Tánger para comprar mercancía para su negocio. Una vez en el ferry, camino hacia la ciudad marroquí, telefoneó a su familia. Después... el silencio. Un silencio que chirría y causa dolor -mucho- a su mujer e hijos.

Fue el 18 de diciembre de 2010 cuando el comerciante gaditano José Quijada Sánchez subió a ese barco. Fue ese día cuando desapareció. Este sábado se cumple un año, y con tal motivo su familia ha convocado una concentración en la plaza de San Juan de Dios, a las seis de la tarde.

"Seguimos sin noticias sobre el paradero de mi padre, y en unos días se va a cumplir un año de su desaparición. En este tiempo hemos organizado dos concentraciones, y la del sábado va a ser la tercera. Su desaparición no puede caer en el olvido, por eso hemos decidido volver a concentrarnos", manifiesta a este medio Ismael Quijada, hijo del propietario del Bazar Séneca, ubicado en la calle Ancha.

A diferencia de en las otras dos convocatorias anteriores, en la del sábado estarán presentes los cinco hijos del empresario. "Hacía más de diez años que no nos juntábamos todos los hermanos, y este sábado vamos a estar los cinco y mi madre. Estaremos toda la familia, a excepción de mi padre...", transmite.

Ismael agradece el apoyo que amigos, allegados, ciudadanos y medios de comunicación les están brindado desde que se hizo pública la desaparición de su progenitor. No obstante, lamenta que ningún miembro de la corporación municipal haya dedicado palabras de ánimo a su madre. "Sólo el concejal José Macías se ha interesado por nosotros, pero lo ha hecho a título personal, porque es amigo de mi padre, no en representación del Ayuntamiento. Estamos totalmente olvidados".

Aunque la Policía sigue trabajando en el caso del gaditano José Quijada, Ismael asegura que en los últimos meses no se han producido novedades: "Nos han llegado informaciones, pero informaciones erróneas, como posteriormente nos ha comunicado la Policía tras realizar una investigación. Se llegó a decir que se había visto a mi padre mendigando en las inmediaciones del mercado de Agadir, pero resultó ser falso. Y esa información afectó mucho a mi madre".

Al dolor y a la impotencia causadas por la incertidumbre sobre el paradero de José Quijada, suma su hijo los problemas que han ido surgiendo con gestiones administrativas. "Hemos tenido que contratar a un abogado para solucionar ciertos trámites. Estamos intentando que los contratos y gestiones en las que aparece mi padre como titular queden bajo la tutela de mi madre, pero estas operaciones requieren su tiempo. Hemos querido dar de baja el coche de mi padre, pero por el momento no podemos porque está a su nombre", explica Quijada.