Las asociaciones de comerciantes de Cádiz tienen claro que uno de los grandes culpables del cierre de tantos comercios en los últimos tiempos es el altísimo precio que piden algunos propietarios por el alquiler del local.

"El precio de los alquileres no es acorde con la situación económica actual. Hay dueños que no quieren bajarlo y no se les puede obligar, pero si los alquileres no son asequibles, es difícil que los comercios se mantengan e impensable que abran otros nuevos", afirma Salvador Muñoz, presidente de la Unión de Comerciantes de Cádiz.

Francisco Javier Rodríguez Braza, presidente de la Asociación de Empresarios y Comerciantes de Cádiz (ACECADIZ), opina que "hay precios de locales que son desorbitados en ciertas arterias de la ciudad" y considera que habría que obligar a sus dueños a que, por lo menos, mantengan los locales en buen estado, ya que el deterioro de algunos perjudica a los comercios de los alrededores.

Rodríguez Braza señala que las últimas grandes fiestas de la ciudad "no han reportado grandes beneficios para el comercio". Apunta que en Carnaval, disminuyeron las ventas un 40% respecto al año pasado y en Semana Santa "más o menos lo mismo". Y cree que la situación "va a continuar dura". Por eso piensa que "estamos en un tiempo en que tenemos que mimarnos unos a otros", así, entre otras cosas, "debería facilitarse más el tema de las licencias".

Por su parte, Juan Tovar, presidente de Cádiz Centro Comercial, es optimista. Espera que después del verano "la situación toque fondo y poco a poco nos vayamos recuperando para llegar al nivel de ocupación de locales anterior a la crisis". Confía en que los precios de los alquileres y también los de venta se van a moderar porque reconoce que ambos están "sobrevalorados según la realidad del país, incluso para el nivel de venta y alquiler de antes de la crisis". Así, afirma que una vez que la crisis toque fondo, "los precios se estabilizarán y a partir de ahí comenzarán a aumentar pero moderadamente, dentro de una lógica".

Salvador Muñoz es más pesimista. Declara que el comercio "fue la primera víctima de esta crisis y será el último en salir de ella porque las familias ahora gastan sólo lo necesario. En el consumo de ocio, entre otras cosas, es lo último en lo que piensan las familias". Afirma que debería hacerse un mapa de locales abiertos y cerrados para conocer la realidad de la ciudad y tomar iniciativas para fortalecer el comercio. "Esto es algo que llevamos años pidiendo al Ayuntamiento y lo hemos vuelto a demandar en la Mesa del Comercio celebrada la semana pasada".

Francisco Javier Rodríguez apunta que el problema es que ahora mismo "no hay liquidez y la gente no puede consumir ni en hostelería ni en textil ni en calzado... Se puede ver en la calle que no hay movimiento, las terrazas están vacías entre semana y a veces también los fines de semana". Señala que los centros comerciales ya no hacen competencia al comercio tradicional porque están también vacíos. "Cádiz ha dado un bajonazo importante en el sector económico", concluye.