A falta de chalés a la venta o de suelo habilitado para ello, pues el PGOU pone coto a estas construcciones en favor de los bloques de pisos, la ciudad de Cádiz ofrece alternativas a estas residencias, aunque limitadas a rentas capaces de afrontar el coste de estas viviendas.

Por una parte, un elevado porcentaje de las nuevas promociones de vivienda de renta libre y de nueva planta ofrecen a sus hipotéticos compradores una serie de extras hasta ahora inusuales: desde piscina hasta jardines y, sobre todo, áticos con grandes terrazas y, muchos, con espectaculares vistas de la ciudad y de la Bahía.

La aceptación es tal que todas estas promociones se agotan con rapidez en el mercado.

La apuesta por las piscinas en las azoteas, especialmente en el casco antiguo, ha llevado al Ayuntamiento a plantear una modificación en la normativa urbanística para evitar su proliferación.

Otra propuesta es la adquisición en el casco antiguo de fincas completas para su rehabilitación.

Esta acción ha permitido la recuperación de muchos edificios y ha ayudado a activar la vida en determinadas calles de intramuros. En la mayoría de los casos se rehabilita para una única familia, muchas de ellas procedentes de otros puntos de España e incluso extranjeros, tanto para ubicar aquí su residencia de forma definitiva como para contar con una segunda residencia.

Curiosamente, frente a esta moda habitacional, las casas palacio de la ciudad que estaban sin uso alguno, e incluso en determinados casos en un estado de decadencia evidente, no han recuperado su antigua función residencial y sí se están transformando en pequeños hoteles de lujo.