Cádiz

La alimentación del espíritu

  • Catas con Arte cumple tres años dando el salto a Madrid y estrechando los vínculos con el conocimiento a través de la Universidad de Cádiz

"El que viene la primera vez llega con la idea de llenar su estómago y sale con la sensación de que ha alimentado su espíritu". Hace tres años ya que un grupo de gaditanos con José Berasaluce a la cabeza, puso en marcha el proyecto Catas con Arte. De aquella Pasión barroca en La teta de Julieta con el tema de fondo de la Cuaresma hasta ahora han pasado 3.000 personas en las más de 60 catas que se han organizado con 25 temáticas diferentes. Unas catas además que han roto la barrera de la capital gaditana y que ya han tenido experiencias en Sevilla y en Madrid. Incluso, ha habido grandes empresas como Abengoa, Iberdrola y Barbadillo que han solicitado organizar unas catas para su propio personal.

Pero más que en lo cuantitativo, a donde le gusta poner el acento Berasaluce es en lo cualitativo, con el estrechamiento del vínculo con la Universidad de Cádiz. Así, gracias al convenio que se firmó con la UCA, "a nosotros nos ha dotado de contenido y también mantenemos un compromiso por el compromiso y la innovación". De hecho, por las catas han pasado ya más de 30 profesores universitarios de distintas ramas porque "nosotros queremos demostrar que la cultura es una potenciadora de conocimiento, de felicidad, de conciencia crítica y, sobre todo, de divulgación del conocimiento".

Es un producto que ya "está inventado porque nosotros lo que hacemos es reproducir el banquete de Platón". Así, la palabra simposio significaba beber y ese era el momento que servía para compartir las ideas.

Lo original de esta iniciativa es que no se trata de una cata de productos, "nosotros no analizamos un objeto sino que buscamos emocionar al sujeto. El vino o el plato es un instrumento para contarte una idea. Es una cata de conceptos, de abstracciones".

Así, por poner un ejemplo en la cata Matar a Matahari, el tema es la conspiración, las intrigas y los servicios de inteligencia y en el menú los vinos que acompañaban eran Sospechoso, el Hombre Bala y El perro verde. Eso se acompaña de una charla de un experto en servicios de espionaje y música con artistas "que son los encargados de reactivar las emociones". Lo mismo que hay espías, la hay de sexo, de pasión barroca como la primera, de la ambigüedad, de monstruos marinos o el arte de mentir entre otras.

Lo que sí está notando José Berasaluce Linares es que el que llega por primera vez a Catas con Arte después repite, aproximadamente un 70% de los comensales.

Las Catas con Arte han pasado por diversos hoteles en la capital gaditana y en Madrid las están haciendo en el Barrio de las Letras, el hall de bienvenida de Madrid.

Esta es una idea que va creciendo y con un alto potencial "pero lo que queremos es hacer las cosas bien y tranquilas que hacerlas de una manera industrial".

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