A sol sin sombra. Así aguardaban desde primera hora de la mañana más de un centenar de personas que aguardaron colas para estrenar el parque temático de la Regata. Aunque las esperas de la tarde fueron mucho mayores y la presencia de público se incrementó notablemente conforme avanzó el día. Era la alegría del nuevo comienzo, la euforia de la quinta Regata que vive Cádiz en 24 años. Un clima de más de 30 grados no frenó las ganas de turistas y gaditanos, pese al poco resguardo para el imbatible calor. Aunque eso sí, Aguas de Cádiz se erigió, durante los picos fuertes de calor, como la carpa más visitada gracias a sus vasos de agua gratuitos.

Los visitantes que abarrotaron el muelle desde primera hora fueron recibidos por un estruendoso canto de las sirenas de los navíos. Todos al unísono celebraron la inauguración oficial del evento bien pasadas las doce del mediodía. Las colas en los barcos no se hicieron esperar y fue el 'Cuathemoc' de México uno de los más solicitados, tanto por su imponencia como porque al principio de la fiesta otras embarcaciones habían decidido tomarse su tiempo para abrir el día.

El ambiente festivo se hizo notar desde primera hora y destacó la amplia oferta de actividades para los más pequeños. Desde colorear en las carpas de Aguas de Cádiz hasta optar por una de las atracciones de feria que se ubican por la zona del muelle más cercana a plaza España. Las animaciones piratas pusieron el colorido nada más abrirse las puertas del parque temático para disfrute de esos que, a buen seguro, viven su primera regata o, si acaso, la segunda. Especial mención merecen los pequeños barcos de radiocontrol de los que disfrutaron niños y grandes, porque hay juegos como éste en los que los límites de edad se difuminan.

Había ganas de algo diferente, de ver todo un puerto repleto como ayer. Un ciudadano afincado en Cádiz pero nacido en Madrid paseaba, cuando el sol aún no daba tregua a la sombra, de la mano de su nieto de tres años. Jesús Pablo Astarloa es la segunda vez que se deja llevar por esta algarabía en el muelle. La primera fue en 2012, pero esta es más especial para él porque es el estreno de su nieto en una Regata. "La anterior de 2012 fue la primera que viví y fue especial. Se disfruta pero la única pena es que no esté como ha estado otros años nuestro velero emblemático del Juan Sebastián Elcano", lamentó este vecino. Es la ausencia más notoria de esta edición y a ningún ciudadano se le escapa que falte este navío en la que se considera como su casa. En la misma línea se expresó José Félix, un gaditano que ha presenciado todas las Regatas celebradas hasta el momento. "Es un evento bueno para la hostelería y para la ciudad y se echa en falta más cosas así durante el año. A simple vista cuando he entrado me ha parecido ver menos barcos, pero la verdad es que la vista del muelle sigue siendo espectacular. La única pena es la falta del Elcano", apuntó.

Tampoco faltó el componente histórico. Por el recinto portuario se dejaron ver personajes de otras épocas como Cristóbal Colón y Magallanes. Pero el punto fuerte, en este sentido, lo pusieron las recreaciones históricas del 300 aniversario del traslado de la Casa de la Contratación de Sevilla a Cádiz, realizadas por Animarte.

"Venimos representando el momento en el que Felipe V en 1729 vino a Cádiz a ver el espectáculo que suponía la salida de la flota de Indias. Según las crónicas de la época, la ciudad se engalanó para recibirlo porque fue él quien firmó el traslado de la Casa de la Contratación de Sevilla a Cádiz", explicó Javier Benítez, integrante de este grupo que conectó de forma positiva con el público durante la jornada inaugural de ayer. No les quedaba otra a los visitantes, pues estos intérpretes dejaron a un herido de combate a la intemperie y dejaron en manos de los asistentes que aquel hombre pudiera cumplir su sueño de embarcarse en un velero. Sin duda, las risas estaban aseguradas con estas y con muchas otras actividades. "Haremos escenas para explicar al público por qué estamos aquí, presentaremos a algún personaje y nos distribuiremos por el muelle para a partir de ahí realizar improvisaciones a partir del contexto y el guión de cada personaje", aclaró Benítez.

Y para añadir otro punto más a la fiesta, un poco de ritmo. La comparsa Cambalada de Badajoz fue una de las sensaciones a juzgar por el buen número de personas que seguían a este animoso grupo tanto por la mañana como por la tarde. Valiéndose sólo de instrumentos de percusión, Cambalada versionó a los pies de los barcos a grandes de la música como Michael Jackson e interpretaron canciones de actualidad para que ningún visitante se olvidara de bailar.

Al frente de esta agrupación estaba Luis Pajares, presidente de la Federación de Asociaciones Locales del Carnaval Pacense (FALCAP), quien recordó que el pasado Carnaval de Cádiz ya estuvieron en el segundo sábado amenizando la fiesta gaditana. Pero esta vez, el contexto cambia y ahora atraen más atención que entonces. "Nunca habíamos venido a la Regata. Es espectacular. Estamos sufriendo porque queremos subirnos a los barcos pero nos toca estar aquí haciendo disfrutar. Vamos a intentar aprovechar de Cádiz lo máximo que podamos", declaró un exultante Pajares. "Nuestras actuaciones son de unos 25 y 30 minutos sin parar. Esta mañana fue duro por el calor y teníamos que descansar a veces. Ahora por la tarde el clima ya es más tranquilo y se disfruta más con la gente", contó Luis Pajares, que afirmó no saber qué era la Regata en un principio y que fue superado por las expectativas.

Se echó en falta la carpa del colegio San Felipe Neri, que una noche antes del comienzo de la fiesta decidió abortar su participación en la Regata. Fuentes municipales admitieron que esto se debió a que las condiciones de las carpas de 5x5 no convencieron a los organizadores y ante su descontento, decidieron no estar presentes en esta edición de 2016.

En cuanto a la gastronomía, uno de los fieles a la fiesta es El Faro, que colocó su particular stand para servir la gastronomía de la Bahía a locales y huéspedes. Asimismo, durante todo el recinto se colocaron varias barras de bebida y comida, incluso una terraza de copas, por lo que se hacía difícil pasear y no encontrar algún momento en el que fuera fácil llevarse algo a la boca. Los puestos de artesanía local y provincial, de Ubrique por ejemplo, también apostaron por la Gran Regata. Un evento donde por unos días no faltará de nada.