Comercio Segundo y Rosita cambia de local

Un álbum de fotos que se cierra

  • Después de setenta años, Segundo y Rosita tiene que abandonar la tienda de la calle San Francisco por imperativo legal · El nuevo local estará en Rosario

La calle San Francisco va a perder en pocos días uno de sus comercios más tradicionales. Después de setenta años enclavado en la esquina de esta calle con Marqués de Valdeíñigo, la tienda de fotografía Segundo y Rosita tendrá que echar la baraja de forma definitiva. Un pleito con la propiedad de la finca (la Junta de Andalucía) obliga al actual titular de esta histórica firma, Enrique Marrufo, a desalojar el local.

Marrufo lleva diez años pleiteando con la Junta de Andalucía para no perder este local. Según explica este fotógrafo, la administración autonómica le comunicó que tenía que abandonar las dependencias -que ocupa la tienda en calidad de inquilino desde el año 1935, aunque se inauguró en 1940; "el Sábado Santo de 1940", precisa Enrique Marrufo-. Y después de ganar dos juicios en Cádiz, perdió el último en Sevilla "y ya no podía soportar más gastos en tribunales", por lo que ha tenido que acatar la sentencia con la que se muestra totalmente disconforme.

Enrique Marrufo no esconde su tristeza por tener que dejar la tienda en la que lleva desde que tenía 14 años y que ha permanecido abierta cuando la finca ocupaba toda la manzana y era propiedad de un particular, cuando pasó a manos de Falange, después a Patrimonio del Estado y ahora a la administración autonómica. "Me destrozan moralmente y en todos los sentidos. Estoy aquí desde los catorce años y ahora me rompen todos los esquemas", comentaba ayer el propietario de Segundo y Rosita, que no esconde que la noticia de los tribunales le ha conllevado incluso una depresión que ahora va superando poco a poco.

Muchos son los recuerdos que atesora este fotógrafo de la calle San Francisco, la mayoría de ellos presentes en el local que ahora tendrá que cerrar a principios del mes de junio. Él encarna a la tercera generación de la familia que mantiene el negocio. Su abuelo tenía el primer estudio en Madrid, desde donde motivos médicos lo llevaron a Cuba y posteriormente a México. "Y como no mejoraba de la enfermedad, e incluso le tuvieron que cortar una pierna, se vino a Cádiz", donde abrió un nuevo estudio.

A la firma Segundo se le añadió Rosita años después, cuando la tienda estaba en la calle Sagasta. Y desde ese Sábado Santo de hace setenta años venían atendiendo a los clientes, primero el padre de Enrique Marrufo y ahora él, en la calle San Francisco.

De entre los recuerdos que atesora este gaditano comenta la etapa en la que después de la explosión del 47 su padre ofreció el laboratorio de la tienda para que se siguieran elaborando las cartas náuticas. Y entre cuadros y fotografías se distribuyen diferentes máquinas de revelado y de fotografía que conforman un verdadero museo en el que hay piezas de colección, algunas de ellas únicas en España. Y también se expone el trofeo con el que el Ayuntamiento premió en 2006 los cien años de vida del negocio. "Fíjate, aquello se decidió por unanimidad mientras la Junta estaba intentando echarme de aquí", comenta Marrufo.

Todo esto dirá adiós en pocos días. Pero Segundo y Rosita seguirá abierta al público. La nueva tienda se ubicará relativamente cerca de la actual, en la paralela calle Rosario, "junto a la parroquia", precisa Marrufo. Esta familia de fotógrafos -la cuarta generación "ya viene empujando", dice Enrique, con lo que el futuro del negocio está asegurado- tendrá ahora que adaptarse a la nueva ubicación, al nuevo ambiente,... y al nuevo espacio, ya que de los 200 metros cuadrados en que desarrollan su actividad actualmente Segundo y Rosita pasará a ocupar apenas 35 metros cuadrados en Rosario. "Es el local que hemos podido encontrar en tan poco tiempo", precisa este fotógrafo que en unos días verá cómo cierran un álbum de su historia... aunque abrirá otro nuevo.

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