Cádiz

La adjudicación de la línea con las islas llega en un momento plagado de incertidumbres

Los cruceros, el tráfico con Canarias y La Cabezuela son los tres puntales que ahora mismo mantienen con pulso al puerto de Cádiz. Los movimientos relacionados con la pesca y los contenedores están ahora mismo a la baja.

La incertidumbre que rodea al proyecto de la futura terminal de contenedores del puerto de la Bahía de Cádiz, vital para el futuro de sus infraestructuras, mantiene en vilo a todo el empresariado portuario, sobre todo a Concasa, en cuyas manos reposa tanto la actual como la futura terminal de carga.

Sobre la dársena pesquera, fue el propio José Luis Blanco, máximo responsable de la APBC, el que dejaba caer en días pasados la posibilidad de su traslado a El Puerto de Santa María, al igual que su lonja pesquera.

En el lado positivo, La Cabezuela se encuentra en un momento óptimo que roza la saturación, al encontrarse con una ocupación de sus terrenos muy por encima del 80%. Ante la imposibilidad de hacer frente a propuestas de operadores de toda la vida de ampliar sus instalaciones y de nuevas empresas que desean instalarse en suelo de la dársena puertorrealeña, el puerto de Cádiz anda a la búsqueda de metros cuadrados más allá de sus fronteras. Así sondean ampliarse hacia Las Aletas o hacia los suelos de la ex Delphi.

El otro frente abierto, destapado por Diario de Cádiz, se basa en la posible marcha de la Bahía de la todopoderosa MSC, que ha preferido mirar hacia Sevilla obnubilada con su intermodalidad, un asunto delicado y pendiente que aún mantiene con el muelle gaditano que ni cuenta ni contará al menos en los próximos dos años (a la vista del dinero que los Presupuestos Generales del Estado le dedican a la conexión ferroviaria de La Cabezuela) con un tren en sus instalaciones.

Así, el afianzamiento de la conexión con Canarias podría significar un colchón para el puerto de Cádiz, que ahora mismo vive en la antesala de la UCI.

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