El apoyo de los socialistas al presupuesto municipal reafirmó ayer que algo ha cambiado en las relaciones entre ambos partidos. Después de años de confrontaciones, desacuerdos y cruce de críticas, el PSOE y Podemos ha caminado de la mano, junto a Ganar Cádiz, en la configuración del documento económico que -alegaciones al margen- en varias semanas entrará en vigor. ¿Qué ha ocurrido para que el viaje municipal de estos dos partidos haya cambiado su rumbo? ¿Por qué se entienden ahora unas siglas y unos concejales que en estos tres años han dado muestras de todo lo contrario? Detrás de la metamorfosis de socialistas y morados se esconden varios nombres propios que de una u otra manera rodean este acuerdo corroborado ayer.

Los dos partidos han tenido a nivel local unos interlocutores que llevan alrededor de dos años y medio buscando espacios de entendimiento entre el equipo de gobierno y el grupo municipal socialista que permitiera sacar adelante algunas de las cuestiones que Podemos quería poner en marcha en la ciudad en estos cuatro años de mandato. El socialista Luis Ben y el jefe del Gabinete de Alcaldía, José Vicente Barcia, han sido esos nombre propios que en estos dos años y medio han buscado el encuentro en los dos partidos que desde junio de 2015 estaban condenados a un entendimiento que no ha llegado hasta ahora.

Precisamente, Ben entraba hace unos meses a formar parte de la ejecutiva del PSOE, apoyando la reelección de Fran González y su posterior candidatura a la Alcaldía de la ciudad.

El propio Fran González ha sido también junto al alcalde, José María González, favorecedores de este acuerdo. En un segundo plano durante todo este tiempo, ambos han sabido entenderse, sentarse y reunirse cuando ha sido necesario. Como ocurrió en el mes de junio de 2015 cuando tras el encuentro en Puntales el González de Podemos logró el apoyo del González socialista para ser alcalde. O cuando pese a la reprobación del concejal de Hacienda y la insistencia en su destitución, ha sabido actuar para lograr el respaldo económico de cara al ejercicio de 2018.

El proceso de lograr un presupuesto de consenso ha contado también con un quinto nombre propio destacado: José Ramón Cherra. Asesor del equipo de gobierno en el Ayuntamiento, es el que se encarga de las cuestiones económicas, que en este caso ha consistido en el diseño de unas cuentas que recibieran el apoyo del PSOE. Dicen que Cherra, con el concejal David Navarro en la sombra, ha ido plasmando en los documentos económicos aquellos acuerdos que procuraban Barcia y Ben y que reafirmaban luego los González; una especie de arquitecto, por tanto, que ha sabido traducir a números aquello que las dos formaciones acordaban en términos políticos.

El último 'actor' de esta obra es el concejal socialista Juan Cantero, no muy proclive al acuerdo alcanzado entre las dos formaciones. Cantero es el responsable en el grupo de Fran González de los asuntos económicos, y ha estado en contra del documento acordado por ambas formaciones hasta última hora. Tanto es así, que ayer resultó muy significativa su ausencia del debate plenario sobre este asunto y, con ello, su voto favorable al presupuesto; algo que algunos interpretan ya como cierto alejamiento hacia su propio grupo político, provocado por esta diferencia de opinión respecto al acercamiento a Podemos y su planteamiento económico.

Tres concejales, dos asesores del alcalde y un militante socialista, por tanto, han conformado este elenco de nombres propios que han configurado el cambio de rumbo en las relaciones entre PSOE y Podemos que se plasmó ayer con el voto favorable al presupuesto de este año.