Visita oficial

Vítores al Rey en su visita al Instituto Hidrográfico de la Marina de Cádiz

  • Felipe VI recorre el Instituto Hidrográfico de la Marina en Cádiz, donde es recibido con vítores por algunos ciudadanos

  • También ha estado en la Base Naval de Rota a bordo del buque Tofiño

El Rey recibe el cariño de los gaditanos.

“¡Viva el Rey!”, “¡viva la Constitución!”. Medio centenar de personas recibieron con vítores desde la acera de Tolosa Latour y en la plaza de San Severiano de la capital gaditana la llegada del Rey Felipe VI ,a las once menos veinte de la mañana de ayer, al Instituto Hidrográfico de la Marina. El momento tuvo su punto álgido cuando el jefe de Estado se acercó a la puerta principal del corazón de la cartografía náutica nacional, para saludar a la gente que se encontraba allí apostada. A pesar de este calor a distancia que le dio una parte de los gaditanos, la llegada del monarca a la ciudad fue sin ruido, muy discreta y adaptada a los tiempos de pandemia que vivimos.

De hecho, la nube de medios que acompaña siempre a cualquier acto en el que esté presente el jefe de Estado esta vez fue casi inexistente y al interior del Instituto Hidrográfico sólo pudieron acceder un par de televisiones y una agencia de noticias pública. El público, aún así, lo siguió desde la distancia, separado por una calle y con un despliegue policial tremendo.

Que estamos en un nivel de máxima alerta por el Covid lo demostró el agente de la Policía Nacional que se acercó a los gaditanos que estaban detrás de una valla en Tolosa Latour para pedirles que se separaran, guardaran las distancias de seguridad adecuadas y tuvieran la mascarilla puesta en todo momento.

El monarca llegó a bordo del coche de la Casa Real, vestido con el uniforme de la Armada y con la preceptiva mascarilla, hasta el interior del Instituto, donde tras bajarse fue saludando a los contingentes militares que le estaban esperando. A su llegada, también fue recibido con honores a cargo de un piquete de la Guardia Militar.

En el recorrido de esta visita con marcado carácter militar, estuvo acompañado por el almirante jefe de Estado Mayor de la Armada, Teodoro López Calderón, y por el comandante director del Instituto Hidrográfico de la Marina, el capitán de navío José Daniel González-Aller, entre otras autoridades y personalidades de la Armada.

A continuación, tras la presentación a cargo del director del Instituto, don Felipe recorrió las instalaciones del centro visitando las secciones de Hidrografía y Cartografía, los talleres de Artes Gráficas, la Escuela de Hidrografía, la sección de Apoyo Naval y el Archivo Histórico del Instituto Hidrográfico de la Marina.

Finalizado el recorrido, el Rey mantuvo un encuentro con la dotación del Instituto y fue saludado, al tiempo, por las autoridades civiles invitadas. Los únicos que pudieron estar presentes, para respetar las medidas forzadas por el Covid, fueron el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, que excusó su ausencia y fue sustituido por el vicepresidente Juan Marín; la delegada del Gobierno de España en Andalucía, María Sandra García; y la presidenta de la Diputación Provincial, Irene García, es decir, la representación de la administración del Estado, de la Junta y de la provincia.

Y no estuvieron representados los gaditanos porque el único político que declinó la invitación fue el alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’. Ya se excusó porque no veía consecuente que se celebrara un acto como éste en tiempos de pandemia, además de reiterar su opinión contraria a la propia institución de la Corona, pese a que a la vez dijo que no tenía ningún problema en sentarse cuando fuera necesario con Felipe VI.

El alcalde, al igual que en sus primeros meses en San Juan de Dios, dejó de lado el papel institucional que tiene como representante de todos los gaditanos y exhibió de nuevo su oportunismo y su populismo.

En cualquier caso, el Rey de España cumplimentó la visita que tuvo que ser suspendida en el mes de marzo del año pasado, cuando ya las restricciones por el coronavirus entraban en nuestras vidas, justo una semana antes de que se decretara el estado de alarma.

Un año después, la situación ha sido aún más complicada y de ahí que se extremaran ayer las precauciones, para que no hubiera mucho público en las inmediaciones del Instituto Hidrográfico a fin de evitar aglomeraciones, no avisando la hora de la visita hasta pocas horas antes de su llegada y reduciendo la nómina de invitados al máximo.

Tras el recorrido por el Instituto Hidrográfico de la Marina en la capital gaditana, Felipe VI se desplazó hasta la Base Naval de Rota para visitar el buque hidrográfico ‘Tofiño’ (A-32), segundo buque de la clase ‘Malaspina’, que tiene como misión principal el efectuar la adquisición de datos, principalmente batimétricos, que permitan la elaboración de la Cartografía Náutica Oficial de España. Fue construido por la Empresa Nacional Bazán (hoy Navantia) en San Fernando, siendo botado en 1973 y entregado a la Armada el 23 de abril del año 1975, sustituyendo al anterior buque del mismo nombre.

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