Dos fincas en Vea Murguía atraen la llegada de okupas

El abandono de los números 34 y 38 de la calle Vea Murguía se está convirtiendo en un problema para los vecinos de la zona. La entrada y salida de personas en los edificios está siendo una constante. "Amigos de lo ajeno" u okupas campan a sus anchas en estas fincas pegadas a la Alameda Apodaca.

El número 34 hace esquina con la calle Carmen Coronada. En esta finca no vive nadie desde que fue adquirida hace unos cinco años por la Empresa de Suelo público de la Junta de Andalucía para su rehabilitación. Por su parte, el 38 pertenece a la Fundación Sauce, donde estuvo ubicada la residencia Jesús Abandonado, posteriormente Alameda, hasta finales de 2009.

En el primero de los edificios, el abandono es más que evidente. Correas de sujeción de los muros al descubierto, basuras, puertas tapiadas o enormes grietas muestran el estado en el que se encuentra la finca. Por su parte, la antigua residencia no presenta los mismos signos externos.

Los vecinos del entorno han comenzado a mostrar sus quejas con continuas llamadas a la Policía Local para que proceda al desalojo, algo que no es de su competencia. "Esta mañana -por ayer- sobre las nueve ha estado aquí una pareja de municipales", corrobora un vecino de la zona. Por su parte, Isabel, nueva en el barrio del Mentidero, comenta que "ayer -por el lunes- hubo un coche de la Policía por aquí, ya que parece que hay unos enganchados que entran en el 34".

El estado de ambos edificios ha propiciado que la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, haya tenido que firmar a fecha de 8 de abril un decreto de urgencia tras realizarse un informe técnico de las fincas. En él se dice textualmente que tanto la Junta como la Fundación Sauce "deberán proceder a mantener la edificación y espacios libres en las debidas condiciones de seguridad, salubridad y ornato procediendo al cegado completo de los frentes de la fachada de forma segura y estable".

Los propietarios cuentan con cinco días para tomar las medidas de seguridad oportunas tras la certificación de haber recibido el decreto, por lo que el plazo acaba a finales de este mes. Si no se cumpliera, la delegación de Urbanismo del Ayuntamiento tomará las medidas previstas en la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía, que son la ejecución subsidiaria a costa del obligado, la imposición de hasta 10 multas coercitivas y la incoación de un expediente sancionador.

Entre los vecinos de Vea Murguía se mezcla el desconocimiento y el miedo por lo que pueda ocurrir. Julio, que vive enfrente de uno de los edificios, explica que "mi hija tiene miedo de pasar por aquí por la noche, ya que se los ha cruzado por la calle más de una vez".

Este vigilante de seguridad nos acompaña a su azotea para mostrarnos el modus operandi de los asaltadores. Con las puertas tapiadas del número 34, los okupas se cuelan a través de una ventana que da a la calle Carmen Coronada y a la que le falta un barrote, lo suficiente para entrar una persona delgada. En la azotea han abierto un hueco en el muro que cerraba la puerta. A través de ella llegan al número 38, donde pueden abrir la puerta que accede al edificio. "Más de una mañana cuando me voy a trabajar he visto la puerta del edificio abierta", asegura Julio.