Ocho años llevan las universidades andaluzas sin contar con un programa de infraestructuras que permita la conservación, adaptación y construcción de nuevas facultades, sedes y centros. Actuaciones que por las propias universidades es prácticamente imposible sacara adelante debido a sus limitaciones presupuestarias, que impiden afrontar esas costosas inversiones. La Universidad de Cádiz ha puesto de relieve, en relación a la partida de 22 millones de euros que va a recibir procedente de los remanentes de tesorería no afectados de la propia UCA, el grave problema que tienen sus edificios ante la ausencia de ese programa plurianual de infraestructuras que la Junta de Andalucía suspendió hace ocho años.

“El transcurso de ocho años de paralización de los programas plurianuales de infraestructuras en las universidades ha provocado un fuerte envejecimiento medio de nuestros edificios y unas necesidades de grandes inversiones que se han ido acumulando y tienen, actualmente, muchas de nuestras facultades y escuelas en un estado muy precario. La consecuencia de esta situación ha sido nuestra imposibilidad, durante estos años, de realizar el mantenimiento de nuestros edificios, abordar nuevas instalaciones, destinar recursos suficientes al fomento de la investigación y la transferencia, y renovar y actualizar el equipamiento informático y audiovisual de nuestros centros”, indica la UCA, que asegura disponer de una lista bastante amplia de actuaciones pendientes que hacen que los 22 millones de euros sean insuficientes.