Como el pasado martes, la organización interna del sindicato UGT en la provincia de Cádiz seguía ayer con la misma idea: la actividad continúa dentro de la tranquilidad con la que puede funcionar ahora la formación sindical.

El secretario de Organización, Antonio López, insistió ayer en que ni tan siquiera se han planteado acudir a los estatutos o a la posibilidad de constituir una comisión gestora. Sólo piensan en conocer de qué se acusa a su secretario general, Salvador Mera, una vez que, como parece, hoy pase a disposición judicial.

De hecho, UGT ha mantenido todos sus actos internos y convocatorias a lo largo de estos días. Para hoy mismo, se mantiene la concentración que celebrarán, junto con CCOO, en la Subdelegación del Gobierno con motivo del Día mundial del trabajo digno. Antonio López, en este sentido, explicó que no es momento de pensar en el futuro del sindicato porque, para ellos, la prioridad es aclarar lo sucedido con Mera.

Por otra parte, ninguno de los dirigentes históricos de UGT, críticos con la organización provincial en los últimos años, quiso ayer pronunciarse sobre qué ocurrirá con esta formación sindical en los próximos meses. Todos coincidieron, eso sí, en que hay que dejar hacer a la justicia y aclarar lo ocurrido con Mera que, además, estaría vinculado a la investigación de los ERE fraudulentos por su gestión fuera de la provincia de Cádiz.

En la misma línea, también rehusaron pronunciarse al respecto quienes se enfrentaron a Mera en las dos últimas elecciones sindicales, Francisco Sánchez (que además guarda una relación de amistad con Mera) y Antonio Montoro, dedicado al conflicto Delphi.