Rafael Campos: “Nuestros compañeros están yendo a la guerra sin escudos y con tirachinas”
La crisis del coronavirus| Entrevista con el presidente del Colegio de Enfermería de Cádiz
Con la extensión de la pademia del coronavirus, los 6.200 enfermeros de la provincia en activo se están enfrentado a la enfermedad haciendo una demostración de profesionalidad, humanidad y compromiso con los ciudadanos. El presidente del Colegio de Enfermería de Cádiz, Rafael Campos, asegura que están soportando una extraordinaria carga asistencial sin recursos suficientes para poder hacer su trabajo con seguridad y, por tanto, poniendo en riesgo su salud y la de sus familias
Cádiz/-¿Cómo ve la situación actual de la provincia de Cádiz?
Aunque se ha publicado que Andalucía ha frenado el número de contagios, lo cierto es que los que ya tenemos son muy preocupantes. Es cierto también que somos la sexta provincia en número de contagios, no llegamos a los 300 casos, lejos de los casi 1.000 que tienen en la provincia de Málaga, pero sinceramente, más que estas cifras, me preocupa que las medidas que se están tomando no nos garantizan que esto se frene definitivamente.
-¿Por qué cree que en Cádiz está habiendo menos contagios que en otras provincias?
En estos días empezaremos a ver los resultados de las medidas que se pusieron en marcha con el estado de alarma, sobre todo del aislamiento en casa, el lavado de manos, el evitar los contactos, etc., pero esto creo que ha sido por igual en toda Andalucía. Estoy seguro de que las cifras guardan una relación directa con los casos positivos que nos llegaron del foco principal que estaba en Madrid. Nunca se tuvo que permitir que eso ocurriera.
-¿Cuando piensa que podremos volver a la normalidad?
Creo que nada volverá a ser como antes. La herida que nos está produciendo esta pandemia es tan grande que tardaremos mucho tiempo en olvidarlo, y no es cierto que de esto vamos a salir más reforzados. Es un dolor muy grande el que tenemos en estos momento todos los sanitarios. Desde nuestro Colegio hablamos a diario con muchos compañeros que están a pié de cama, en Atención Primaria y en Urgencias, y lloran de impotencia.
-Le veo muy pesimista.
Mire, en concreto, en Enfermería y en Andalucía, hemos comenzado en esta crisis con una plantilla de profesionales por debajo de la media del resto de comunidades en España. En algunos casos, con la mitad de profesionales y, por supuesto, muy por debajo de la media nacional. Lógicamente, el impacto que produce la baja de compañeros por contagios, o sospecha, es mucho más fuerte que si se tuvieran las plantillas adecuadas y suficientes. De ahí la tremenda importancia que le damos a la escasez de medios que tenemos en estos momentos. Es absolutamente impresentable que más de un 14% de los infectados seamos los propios profesionales sanitarios. En Andalucía estamos incluso por encima de esas cifras, el 21%. Le estoy diciendo que 1 de cada 5 contagiados es sanitario. Estamos muy por encima de China e Italia, y todos estamos absolutamente convencidos de que se debe a la escasez de los medios de protección necesarios, que estamos continuamente denunciando, y que desde aquí quiero reclamar urgentemente para nuestros compañeros. Lo que pedimos es de sentido común, nadie debe ver esto como una postura egoísta de los sanitarios, nuestra profesionalidad y solidaridad están fuera de toda duda, pero no hay que olvidar que si nos contagiamos nosotros, contagiaremos a su vez a la población y eso nos llevaría al desastre.
-¿Qué le parecen las declaraciones que sobre el origen de los contagios de los profesionales sanitarios han realizado algunos políticos?
Esas afirmaciones son mezquinas y miserables. Están mas preocupados en tapar sus miserias y en denunciar las carencias del otro, que en arrimar el hombro y hacer bien su trabajo. En un país políticamente serio, ya los habrían cesado y llevado directamente al juzgado, aunque tiempo habrá para ello. Ellos tienen que pagar sus facturas, no solo las vamos a pagar los profesionales y la población.
-¿Qué medidas cree usted que se deberían haber tomado?
Desgraciadamente necesitaríamos horas para hablar de ello, pero puesto a concretar puedo decirle algunas. Hace un par de días había 16.000 enfermeros en la Bolsa Única de Empleo del SAS que estaban en paro. Ya deberían de estar contratados y formándose en las Unidades de Cuidados Intensivos de nuestros centros sanitarios por si finalmente fueran necesarios. Me parece un disparate que se esté hablando ya de incorporar a jubilados y estudiantes de Enfermería. Es una opción que debemos contemplar como último recurso. De todas formas, es de aplaudir la respuesta de numerosos voluntarios que han contactado con nosotros para poder ayudar. En este sentido, los hemos puesto en contacto con la Cruz Roja Española en Cádiz, que está llevando a cabo acciones dirigidas a la sensibilización y prevención de la pandemia del coronavirus, así como a dar respuestas a las necesidades básicas de personas en situación de extrema vulnerabilidad, sobre todo en el asesoramiento telefónico. En cuanto a la falta de recursos, en mi opinión, la medida de centralizar todo en el Ministerio de Sanidad ha entorpecido mucho el proceso. Se ha perdido un tiempo de oro y comunidades que podrían tener más avanzado el suministro, no han podido hacerlo. Al final, terminarán haciéndolo por su cuenta porque no podemos estar un día más sin ese material de protección. Finalmente, y sobre todo, necesitamos test para diagnosticar los casos positivos y poder tomar medidas de aislamiento y prevención.
-¿Qué espera usted de los próximos días?
Intento, por supervivencia, ser optimista y pensar que pronto empezaremos a descender en el número de casos nuevos, pero es que estamos viviendo una película de terror en la que cuando parece que una situación está controlada, aparece otra peor. Hoy -por este jueves- nos hemos desayunado con la noticia de que los test rápidos que se han comprado solo funcionan en el 30% de los casos. Es decir, que de 100 casos positivos solo detectan 30. Y todo porque se han comprado a una empresa china sin licencia, que no estaba en el listado de proveedores cualificados y reconocidos que dio el Ministerio de Comercio Chino. ¿De verdad, no le parece de película de terror?
-Imagino que los aplausos de cada día de la población son un estímulo para los profesionales.
Estamos viviendo una situación muy complicada y no encontramos una explicación razonable a la falta de recursos imprescindibles que tenemos. Las palabras de ánimo y los aplausos nos vienen bien, las valoramos y nos dan fuerzas para seguir, pero, sinceramente, yo los cambiaría por mascarillas y trajes de protección. Es bueno saber que la gente te valora y te quiere, pero es que nuestros compañeros están yendo a la guerra sin escudos y con tirachinas. Muchos compañeros nos llaman a diario desesperados, pidiendo ayuda, y sentimos una impotencia tremenda. El material prometido por el Ministerio desde hace días sigue sin llegar a los centros sanitarios. Es por ello que hemos pedido al Ministerio y al Gobierno poder comprar este material, sin embargo la regulación aprobada nos lo impide.
-Para acabar, ¿algo positivo que podamos sacar de esta situación?
La solidaridad. La población nos está dando a todos un ejemplo que no debemos olvidar. Ellos al igual que nosotros están cumpliendo a la perfección su parte del compromiso y su respuesta hace mucho mas fácil nuestro trabajo. Para ellos nuestro aplauso y gratitud. Es una pena que no todos estén a la altura. También me quiero quedar con la actitud que están demostrando todos los profesionales sanitarios, fuerzas del orden y servicios. Todos somos importantes en esta batalla, ni más ni menos. Nosotros hacemos bien nuestro trabajo, ahora, que ellos hagan el suyo.
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