Querer estudiar y no poder pagar

Daniel Rodríguez es uno de los 24 alumnos de la UCA que no ha podido abonar el pago de la matrícula del pasado curso El joven relata su caso

Beatriz Estévez Cádiz

14 de noviembre 2013 - 01:00

Daniel Rodríguez es uno de ellos. Es uno de los 24 estudiantes de la Universidad de Cádiz que no ha podido abonar el pago de la matrícula del pasado curso. La institución académica ha anunciado su intención de que todos estos alumnos prosigan con sus estudios aunque tengan contraída una deuda con el sistema universitario español. Eso sí, no podrán trasladar el expediente a otra universidad ni reclamar el título hasta que no abonen el importe de las tasas. Aun así, la UCA se reunirá en los próximos días con cada uno de estos universitarios para conocer cada caso en primera persona y estudiar el expediente académico de cada matriculado. "No veo mal del todo esta solución que nos ofrece el Vicerrectorado de Alumnos, porque lo importante es que no expulsen a alumnos. Pero la UCA debería permitirnos pagar la matrícula realizando trabajos para la propia Universidad, como becarios. Cuando me reúna con los responsables del Vicerrectorado, voy a proponer esta alternativa", adelanta el estudiante de cuarto curso de Magisterio en la especialidad de Educación Física.

Rodríguez expone su caso. Relata que el Ministerio de Educación le concedió beca tanto en el primer curso como en el segundo, pero no en el tercero: "En segundo suspendí dos asignaturas, una de seis y otra de tres créditos, superando así en tres créditos el máximo de créditos que te permiten para optar a la beca MEC; y tampoco alcancé el 6,5 de nota media que te piden, me quedé muy cerquita, en un 6,3. No es justa esa nota. Si el 5 es ya un aprobado, no entiendo que te pidan un 6,5 para la beca. Soy buen estudiante. En segundo incluso recibí más dinero por haber pasado limpio, ya que aprobé todos los créditos durante el primer año. Y ahora estoy cursando cuarto sin arrastrar ninguna asignatura de años anteriores".

El estudiante de la Facultad de Ciencias de la Educación también cuenta que, una vez le denegaron la beca general, solicitó la beca UCA, pero tampoco recibió esta bonificación al superar el umbral de renta familiar de cuatro miembros. "Lo superé por muy poquito. El sueldo de mi padre es el único que entra en casa, y él no siempre está activo. Trabaja en Astilleros y somos cuatro en la familia. Con su sueldo no es posible hacer frente al gasto de 700 euros de mi matrícula". En este punto, se queja Daniel de la imposibilidad de compaginar los estudios con un empleo: "Los nuevos planes de estudio te obligan a asistir a clase y, además, en mi carrera, debemos realizar prácticas en centros educativos, por lo que es imposible trabajar mientras se está estudiando".

Para el presente curso ha solicitado la beca del Ministerio, y espera que en esta ocasión se la concedan, aunque hasta marzo o abril del próximo año no se publicará la resolución.

El joven, que reside en San Fernando, debe acudir al Campus de Puerto Real a recibir clases, lo que le supone también un gasto en desplazamiento. Explica que este semestre sólo debe acudir los lunes a la Facultad, ya que el resto de los días realiza las prácticas en un centro educativo cercano a su domicilio. "Pero el segundo semestre voy a tener que ir de martes a viernes al Río San Pedro, y eso me supondrá un importante gasto de gasolina, porque voy en moto. Meses atrás vendí mi cadena y mi esclava de oro, y con el dinero que aún me queda de esa venta, estoy afrontando ese gasto que me supone el desplazamiento", dice resignado.

El estudiante de la UCA agradece a la institución académica que haya optado por buscar alternativas y no por expulsar a alumnos ante el impago de las tasas. "Ahora estoy algo más tranquilo, aunque aún tengo que reunirme con los miembros del Vicerrectorado para que estudien mi caso. Pero reconozco que he empezado el curso con mucha presión, por no saber si me iba a decir que tenía que abandonar los estudios. Mucha presión y mucha incertidumbre".

stats