El 'Queen Mary 2' tacha de su ruta a Cádiz por su insuficiente calado
El crucero más grande del mundo vuelve a solicitar al puerto información para planear una escala para el 6 de noviembre de 2011 pero su atraque sigue siendo algo imposible
Han pasado seis años desde que, allá por mayo de 2004, el puerto de Cádiz trasladara a la compañía propietaria del Queen Mary 2, en la actualidad el crucero más grande del mundo, una relación de los problemas técnicos que impedían su atraque en el muelle gaditano.
Pues en estos días, de nuevo, la naviera Cunard, a través de su agente en España, Cabeza Marítima de Málaga, ha recibido un no por respuesta tras su solicitud de información técnica para planificar una escala en Cádiz prevista para el 6 de noviembre del año que viene.
El motivo, la insuficiencia de calado. La maniobrabilidad de un buque de estas características requiere al menos 11 metros de calado en una superficie portuaria suficiente como para acoger sus 345 metros de eslora. Cádiz no cumple con este requerimiento, al menos en su dársena comercial que comprende la U que forman el Reina Sofía, el Alfonso XIII, Muelle Ciudad, Reina Victoria y Marqués de Comillas.
Por culpa de esta circunstancia, Cunard ha eliminado al puerto de Cádiz de la ruta que ya tenía programada para esa fecha, sustituyendo esa escala por un día más de navegación. Las consecuencias son realmente incalculables, no tanto por sus beneficios económicos, equiparables a los que reportan otros muchos barcos en la ciudad a lo largo del año, sino por el impacto mediático que supondría a nivel mundial el atraque en un puerto en expansión como el de Cádiz del crucero más grande y uno de los más lujosos del mundo.
La realidad hace seis años era infinitamente distinta, en lo que al tráfico de cruceros se refiere. Tanto e s así que el tratamiento informativo que se le dio en aquel momento a la suspensión "por motivos técnicos" de la estancia en Cádiz del Queen Mary 2 fue casi como de desastre . La situación del muelle de aquel entonces era tan distinta que la propia Autoridad Portuaria llegó a acometer, ante la mera posibilidad de conseguir traerse el barco hasta Cádiz, un dragado que, cómo no, serviría para el desarrollo futuro del puerto pero que, de inmediato, podría haber solucionado el problema planteado con el gigantesco buque.
Pero, al parecer, ni siquiera llevándose a cabo ese dragado, calificado por muchos de "chapuza", se consiguió incluir a Cádiz en el itinerario del grande de la Cunard. Pues la situación, a día de hoy, es, en parte, similar porque el puerto de Cádiz sigue sin poder acoger a un buque de ese calado.
Justo es referir que la construcción del Queen Mary 2 es peculiar por la tendencia de la Cunard de diseñar barcos del tipo de los trasatlánticos de principios del siglo XX. Con ello, su majestuosidad era una característica que lo hace peculiar pero su calado es distinto al de los buques "normales". Tanto es así que el Independence of the Seas, con muy pocos metros menos de eslora que el Queen Mary 2, tiene un calado de poco más de 9 metros. Por lo tanto, los diez metros y medio de profundidad del puerto de Cádiz sí son suficientes como para acoger a este buque de la Royal Caribbean.
Pues esa es la tendencia actual de los megacruceros, dejando así a la morfología de los de la Cunard como algo residual.
Hace seis años se añadieron imposibilidades técnicas que, a día de hoy, no se contemplan, siendo prácticamente el mismo muelle que en 2006. En aquel momento se habló de la imposibilidad de que el barco pudiera realizar un reviro en el interior de la dársena. Especialistas en la materia afirman a este periódico que ese dato no tiene sentido dado que el Queen Mary 2 cuenta con hélices azimutales orientables 360 grados, lo que le dota de una maniobrabilidad casi ilimitada, revirando incluso sobre sí mismo.
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