El Puerta del Mar tiene un promedio anual de más de 25.000 ingresos

El gasto diario en una hospitalización asciende a 654 euros, mientras que una atención en urgencias ronda los 147 euros · El pasado año se realizaron 35.000 intervenciones y 350.000 consultas externas

Pedro M. Espinosa / Cádi

26 de septiembre 2011 - 06:40

La sanidad pública genera debates continuos en medio mundo. Conseguir el acceso de la población a una buena atención médica ha sido siempre una de las prioridades de los gobernantes y una exigencia clara de los votantes. Puede que sanidad y educación sean dos de los caballos de batalla de la campaña electoral que se avecina. La puesta en marcha en Andalucía de la receta electrónica, copiada ahora por otras muchas comunidades autónomas, o la emisión de facturas informativas en los hospitales para que los pacientes conozcan el coste de sus intervenciones son sólo dos ejemplos del objetivo del SAS: concienciar a los ciudadanos de que la sanidad cuesta dinero.

Sólo para que se hagan una idea del volumen de gasto que debe soportar el Servicio Andaluz de Salud ahí van algunos datos relativos al Puerta del Mar. El centro gaditano tiene un promedio anual de 25.000 ingresos, 35.000 intervenciones quirúrgicas, más de 350.000 consultas externas, cerca de 400.000 pruebas diagnósticas, promedia 351 urgencias diarias y el pasado año el número de partos ascendió hasta los 2.328.

Durante los últimos tiempos, los responsables sanitarios han hecho mucho hincapié en la necesidad de hacer un buen uso de la atención primaria, que evita un gasto superlativo y el colapso de los servicios de urgencias. Según datos solicitados por este diario y facilitados por la Consejería de Salud, el coste medio de una urgencia sin ingreso ronda los 147 euros. La cifra se dispara si es necesaria la hospitalización del paciente, ya que el gasto medio diario de una estancia en el Puerta del Mar asciende a los 654 euros.

Por seguir con los ejemplos y las cifras, el coste medio de algunas de las pruebas diagnósticas más comunes ronda los 39 euros de una ecografía abdominal o los cerca de 100 que cuesta una biopsia.

Sigamos: una sesión de rehabilitación tiene un precio medio de 31 euros; una de diálisis para un paciente renal 206 y una sesión de radioterapia alrededor de 107 euros. Cada año se atienden en Andalucía dos millones de sesiones de rehabilitación, 220.000 sesiones de radioterapia y cerca de 700.000 de diálisis. Las cifras económicas son ciertamente estratosféricas.

En cuanto a algunas de las intervenciones más costosas hay que decir que, por ejemplo, un trasplante cardiaco supone un coste medio para el SAS de 96.000 euros; un trasplante simultáneo de riñón y páncreas alrededor de 60.000 euros; una apendicitis con complicaciones cuesta cerca de 6.000 euros, y sin complicaciones se quedaría en 2.500. Por último, los pacientes que necesitan la sustitución de una cadera deben saber que su intervención tiene un coste de 13.000 euros.

Tratar una angina de pecho en el Puerta del Mar puede tener un coste medio de 2.600 euros, mientras que el de un parto sin complicaciones alcanza los 1.600 euros. Una cesárea con complicaciones cuesta 3.000 euros. En 2010 se atendieron en los hospitales del SAS de la región 74.700 partos. La estancia media tras un parto, desde que ingresa la mujer hasta que es dada de alta es de poco más de tres días, y cada día, como ya habíamos comentado, cuesta unos 654 euros.

En cuanto a las consultas externas, el precio de una consulta de especialista completa (primera visita, sucesivas y pruebas en la misma consulta) puede estar alrededor de los 300 euros.

Por lo que respecta a las pruebas diagnósticas, el coste de una resonancia magnética de tórax sin contraste puede tener un coste medio de 120 euros, similar al de un TAC con contraste de cráneo, mientras que un PET de cuerpo completo alcanza un coste medio de 700 euros.

Así pues, nada es gratis, todo tiene un precio y el hecho de formar parte de la seguridad social no lo abarata, simplemente da uno de los derechos más fundamentales para los españoles. Para que el sistema continúe funcionando como hasta ahora o todavía mejor se impone su buena utilización y evitar despilfarros inútiles.

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