La semana que viene darán comienzo los trabajos de canalizaciones en la calle Veedor para eliminar las tuberías compuestas por cemento y polvo de amianto. Estas tuberías, más conocidas como tuberías de fibrocemento, serán sustituidas por otras de conducción dúctil en el tramo urbano entre la Plaza del Mentidero y la Plaza de San Antonio. Aguas de Cádiz, según informa el Ayuntamiento, es la empresa que durante cuatro meses será la encargada de la retirada de estas conducciones y la inserción de otras más modernas, como también hace en otros puntos de la ciudad.

Así mismo, se restituirá la pavimentación de la calle, nivelando por completo todo el ancho de ésta, y facilitar así el tráfico de peatones. Estos trabajos, que se harán en unión a la Oficina Técnica de Proyectos e Inversiones municipal, se realizarán tomando como modelo los del casco antiguo; con adoquines de granito y solería. Esto será posible adaptando dicha sustitución a la normativa que existe sobre la supresión de las barreras arquitectónicas.

Por su parte, el Ayuntamiento asegura que no será necesario una vigilancia arqueológica con motivo de la obra, ya que el trazado y la profundidad de la conducción actual coincide con la que se pondrá en su lugar. Aún así, el proyecto contempla una partida de seguimiento arqueológico en las obras. Ocurriría si así lo pidiera la Consejería de Cultura a la que el Ayuntamiento ya ha solicitado el levantamiento de cautela arqueológica.

Desde el gobierno local ya se ha establecido un plan de tráfico alternativo en la zona afectada. También se ha solicitado coordinación a los departamentos municipales y empresas gestoras de los servicios urbanos para así ayudar a una actuación urbanística más completa y se evitar cualquier posible molestia en la zona. El presupuesto adjudicado a la obra es de 156.372 euros, casi un 32% menos del importe inicial.