La Policía atrapa a 'El Moi' tras fugarse de la cárcel y cometer 11 robos en 5 días
Estando en los calabozos, el joven, un toxicómano de 27 años al que definen como un "delincuente compulsivo y muy peligroso", entró en coma y acabó en la UCI · Tras recibir el alta, ha vuelto a prisión
Por fin la Policía Nacional ha podido dar por cerrado un nuevo capítulo en el abultado currículum delictivo de Moisés F.G., alias El Moi, de 27 años, un conocido delincuente que, tras no retornar a la cárcel de Botafuegos, durante días ha traído en jaque a los agentes, protagonizando robos a diestro y siniestro en pleno centro de la ciudad. Un capítulo cuyo lógico epílogo, la vuelta a prisión del joven, se ha demorado más de lo esperado porque, entre medias, mientras estaba ya detenido en los calabozos de la Comisaría, entró según la Policía "en coma" y acabó en la UCI.
La increíble historia data de finales de enero. Las estadísticas de la Comisaría se disparan: comienzan a proliferar las denuncias por robos de vehículos. Los agentes del Grupo de Delincuencia Urbana 1 inician pesquisas para dar con los posibles autores. Y caen en la cuenta: ésta era la especialidad de El Moi, definido por la Policía como "delincuente compulsivo", con nada menos que 31 detenciones anteriores.
Las sospechas parecen confirmarse: el joven, al que creían recluido en la cárcel de Botafuegos, donde se hallaba cumpliendo condena pero disfrutando del tercer grado, se había fugado. Desde el pasado 25 de enero, al no retornar al centro, estaba declarado "evadido", y con una orden de búsqueda y reingreso en prisión contra él decretada.
Por fin, el pasado día 1 de este febrero por la tarde, avistan a El Moi. Funcionarios de paisano que caminaban por la calle San Juan observan una motocicleta que circulaba a gran velocidad con dos ocupantes a bordo, reconociendo como conductor al evadido, que llevaba de paquete a otro joven también con antecedentes, F.A.H.C., el compinche que se había agenciado para su retorno a la actividad delictiva. Les dan el alto pero El Moi hace caso omiso y se da a la fuga. Los policías apuntan la matrícula: era uno de los vehículos cuyo robo había sido denunciado.
Minutos después, salta la alarma: bien cerca, en la zona del Campo del Sur, en concreto, en la calle Puerto Chico, a escasa distancia de la Subjefatura de la Policía Local, una mujer, que transitaba con su hija de 9 años de la mano, es abordada por la espalda por los ocupantes de una motocicleta que, de un fuerte tirón, le arrebataron el bolso, emprendiendo huida por el Arco de Garaicoechea y Campo del Sur. Agentes de la Policía Local atendieron a la víctima e iniciaron una batida por la zona, hallando abandonada la moto en la que los nacionales habían visto al fugado.
Ya no había duda, El Moi había vuelto a la acción. Y por partida doble, ya que se pudo determinar que, cuando los policías de paisano lo avistaron, venía huyendo de otro tirón. El cometido en la calle Fray Félix, donde a una mujer la habían abordado también por la espalda robándole el bolso.
La Policía desplegó un dispositivo que permitió localizar esa noche, cerca del domicilio del joven, en la calle Adolfo de Castro, un coche que figuraba como sustraído, aparcado en la vía. Sólo restaba esperar. Poco después, aparecía y tras abrir el coche con una ganzúa de fabricación propia, fue detenido.
Los agentes hubieron de emplearse a fondo. Y es que todos estaban al tanto de su violento historial, que incluye, en 2002, una salvaje agresión a un policía, al que clavó una navaja en la cabeza. La misma navaja que luego hincó en la mano a otro agente. Desde la Comisaría han informado que, al ir a meterlo en los calabozos, agredió a un policía al tiempo que profirió insultos y amenazas a todos los agentes. "Os voy a hacer lo mismo que a vuestros compañeros", cuentan que dijo, en alusión a la doble agresión a punta de navaja de antaño. En paralelo, a la mañana siguiente era detenido su compinche, F.A.H.C., de 20 años, quien habría admitido ante la Policía su participación en los tirones y a quien la juez de guardia envió a prisión.
Y hasta más de dos semanas después, El Moi no ha seguido su camino, ingresando, no en Botafuegos, sino en Puerto 2, porque, cuando iba a ser puesto a disposición judicial, según el comunicado policial, "comenzó a entrar en un deficiente estado de salud que le ha tenido en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Puerta del Mar hasta la fecha". Un "deficiente estado" que fuentes policiales han atribuido a su supuesto consumo de todo tipo de estupefacientes. Por fin, anteayer, tras "despertar del coma en el que se encontraba", la juez le tomaba declaración tras lo que decretaba su ingreso en prisión.
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