Cádiz

Perales,el novelista debutante

  • El cantautor y compositor en lengua hispana más versionado del mundo se lanza a escribir su primer libro, una novela coral cuyo lienzo, un pueblo castellano, se convierte también en el gran protagonista silencioso durante tres generaciones

José Luis Perales sabe contar historias. Al fin y al cabo, a eso se ha dedicado durante casi medio siglo de carrera profesional. A contar historias, para él y para otros. Y a cantarlas. Desde Niebla, aquella primera canción adolescente compuesta en un piso de estudiantes en Sevilla, pasando por aquel ¿Por qué te vas? que popularizara Jeanette (la de la melena lacia y los ojos de agua) hasta llegar a Quisiera decir tu nombre, Que canten los niños, Un velero llamado libertad... ¿Qué son estas canciones sino historias de amor, de desamor, relatos sobre la preocupación sempiterna del hombre por el paso del tiempo y por el peso de la memoria? Perales lleva relatando historias toda su vida pero es ahora, a sus flamantes 70 años, cuando el cantautor y compositor en lengua hispana más versionado del mundo se lanza a publicar su primera novela. El septuagenario Perales (el día 15 de enero cumplirá los 71) se convierte con La melodía del tiempo en novelista debutante.

 

Perales sabe contar historias. En sus canciones y fuera de ellas, si es que fuera posible desgajar al creador de la creación.  Perales inventaba cuentos para sus hijos y los reinventa para sus nietos. Perales fantasea y se emociona en la majestuosidad del Valle de los Reyes en Egipto,  alcanzando las pirámides del Sol y de la Luna de Teotihuacan, entre la arena caliente y olvidada del Sáhara, desafiando a los vientos en su velero "que más que Libertad debería llamarse Libertino", ironiza en su propia biografía... Pero en La melodía del tiempo, en ese parto primerizo sin guitarra ni pentagrama, no navega, no viaja, no se desplaza, demasiado en el espacio, aunque sí en el tiempo...

 

Si El Castro, el pueblo castellano donde el escritor coloca a los personajes de su novela coral, se parece o no a el Castejón natal del autor de ¿Y cómo es él? lo deberán de juzgar los lectores. Pero el caso es que el músico y literato opta por  volver su mirada tierra adentro para homenajear a la vida del campo y a la importancia, definitiva, de las raíces, en una historia que son muchas historias y donde caben desde las relaciones entre padres e hijos, a las relaciones románticas, hasta las leyendas que forjan la memoria colectiva de un pueblo.

 

Porque las historias que ocurren en El Castro son las historias que también ocurrieron en la España del convulso (tan oscuro como luminoso) siglo XX.  Un pueblo, un país, que hasta en sus peores momentos se resistió a caer en el olvido.

 

Así, en El Castro de Perales, entre olmos centenarios y miradores que dan al río, los mayores del lugar ven cómo sus hijos abandonan la tierra donde ellos amaron y perdieron, lloraron y ganaron; sin embargo, siempre regresará alguien, algún enfermo de nostalgia, algún necesitado de verdad, para rescatar las historias de tres generaciones de habitantes. De otra forma no llegaríamos a conocer al primer amor de Evaristo Salinas, el relojero sordomudo; o el viaje en globo aerostático de Victorino Cabañas; o la belleza legendaria de Cíngara, la gitana cuyo local estaba excavado en una cueva; o la pasión rota, partida en dos por el estallido de la guerra, de Claudio Pedraza...

 

"He escrito mi canción más larga",  decide Perales sobre La melodía del tiempo. Su canción más larga y más mimada. Sólo hay que detenerse en la dedicatoria: A ti, página en blanco. "Te miro y me asusta mirarte. Tan blanca como un copo de nieve. Tan vacía y tan sola, suplicándome a gritos que me quede. Y yo, ¿qué podría ofrecerte para llenarte toda y que tenga sentido tu existencia? ¿Qué podría contarte sin herirte? ¿Qué podría escribir sin profanarte? Te prometo que seré cuidadoso al rozar con mi pluma tu vientre". 

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