Paloma Navas · doctora en políticas y gestión sanitaria

"La actitud ante la vejez puede sumarnos hasta siete años de vida"

  • Innovación. De vuelta de EE.UU., pondrá en marcha en el Puerta del Sur una consulta sobre Medicina Preventiva y Retraso del Envejecimiento

Paloma Navasdoctora en políticas y gestión sanitaria"La actitud ante la vejez puede sumarnos hasta siete años de vida"

Paloma Navasdoctora en políticas y gestión sanitaria"La actitud ante la vejez puede sumarnos hasta siete años de vida" / fito carreto

Tras acumular experiencia en países como Puerto Rico, Camerún, Senegal o Tanzania, Paloma Navas (Cádiz, 1980) terminó haciendo una rotación en la Johns Hopkins Bloomberg School de Baltimore (Estados Unidos). "Y allí me sugirieron que por qué no me quedaba a hacer el doctorado, y solicité una beca Fulbright y me la dieron", explica. Licenciada en Medicina por la Universidad Autónoma de Madrid, Navas es especialista en medicina preventiva y salud pública. Acaba de volver a Cádiz para poner en marcha en el Puerta del Sur de Jerez una consulta de Medicina Preventiva y Retraso del Envejecimiento: "¡No puede ser que invirtamos más en el mantenimiento de nuestro coche que en el mantenimiento de nuestra salud! Mucha gente me dice que por qué aquí, que debería estar, no sé, en Nueva York. Y, ¿por qué no aquí? Pues precisamente aquí -se reafirma-. El Puerta del Sur es un centro que reúne capacidad técnica, profesionalidad e ilusión y estos son para mí los requisitos claves para emprender algo nuevo". Un proyecto en el que trabajará planes de salud individualizados para tratar de evitar tanto la aparición de enfermedad como frenar su progresión.

-Lo dice sin darle importancia pero, en mi mente de Letras, lo de doctorarse en el Johns Hopkins con una beca Fulbright es como si 'The Guardian' te financia un tema y terminas ganando el Pulitzer.

-Bueno, yo siempre digo que he tenido la gran suerte de tener unos padres que me hicieron crecer, que me dieron su apoyo incondicional. De hecho, más que cualquier otra cosa, más que África o Estados Unidos, mi gran cambio de paradigma tuvo lugar cuando me marché a terminar la carrera a Madrid.

-¿Qué cambió su visión del envejecimiento como algo negativo? Que, en fin, es la visión que tenemos todos. O casi todos.

-No hubo un momento "¡Eureka!". La percepción que yo tenía del envejecimiento era la misma que se escucha en muchos foros: es un problema. Mi cambio en la forma de percibir la vejez está relacionado con ser una persona crítica en general y tener esta tendencia a cuestionar las cosas... Al mismo tiempo que iba investigando y veía cómo los parámetros entre edad real y edad percibida influían en la calidad de vida, comprobaba que mis mentores (Vicente Pastor, en la UAM, y Don Steinwachs, mi director de tesis en Hopkins) desarrollaban unos modelos de envejecimiento muy positivos. Tuve la suerte de estar en un sitio con gente brillante, y contar con espacio para dedicarme a hacer preguntas: ¿qué es la salud? ¿es el envejecimiento incompatible con la salud?¿es el envejecimiento un problema?

-Escuchando a Lagarde y Fátima Báñez cualquiera diría que sí, que el envejecimiento es un problema.

-Desde luego, no podemos plantear el envejecimiento como una lucha intergeneracional por los recursos, el envejecimiento se plantea como un escenario de guerra. Yo odio la expresión anti-aging: soy pro-aging absoluta. Envejecer es un éxito. Es nuestro éxito. Quizá el problema no sea el envejecimiento y sí un sistema sanitario diseñado en los años sesenta, centrado en otras dolencias que no eran las crónicas, que son las que predominan ahora. Una vez que empiezas a ver que hay un estereotipo negativo de la vejez en la sociedad, una gerontofobia, ya estás alerta.

-Esa imagen negativa que tenemos de la vejez, apunta en su charla TEDx, se va forjando desde que somos pequeños...

-Quién sabe. A lo mejor esa persona estaba rodeada de gente que tenía ese miedo y se lo transmitió. Y no hay nada en esta sociedad que no haga otra cosa que ir reforzando ese prejuicio conforme crecemos. Al ser la vez un estereotipo negativo, nos produce una discriminación consciente o inconsciente. Fíjate si será tremendo que se ha comprobado que las personas mayores que ven mucha televisión están sometidas a un mayor estrés cardiovascular: ¿por qué? Porque la televisión no hace más que rendir culto a la juventud, que trabajar sobre el estereotipo. Claro, cuando ves que formas parte de ese grupo que interiormente discriminas, pues imagínate cómo lo llevas. Fatal.

-Desarrolla el concepto de "envejecimiento imaginario": una idea en la que son vitales el autoconcepto y la profecía autocumplida. El "pero" más fácil a todo sería clasificarlo como wishful thinking: que el derrumbe es el derrumbe es el derrumbe.

-El cambio fisiológico es indudable, y no ignoro lo duro que es perder capacidad funcional, pero la actitud que tengamos hacia la vejez, de forma individual y colectiva, va a modificar cuestiones que terminan influyendo en la calidad de vida y que ni siquiera podemos imaginar... Por ejemplo, la legibilidad de la escritura, la estabilidad en la marcha... Es un cambio llamativo. Lo cierto es que la edad percibida se asocia con menos mortalidad en todos los ámbitos: una actitud positiva ante el envejecimiento llega a ganar hasta siete años de esperanza de vida. Para depender de un mero cambio de actitud, eso es muchísimo.

-No sé hasta qué punto eso puede depender sólo de uno.

-Creo que hemos tratado durante demasiado tiempo la salud como una cuestión vertical y es una cuestión transversal, holística: ¿vivienda no es salud? ¿políticas laborales no son salud? Todo es salud. Yo estoy más que convencida de que se puede envejecer mejor, podemos tener un envejecimiento activo, saludable, integrados en nuestra comunidad. Y no lo digo sólo yo: lo dice la OMS, el CDC, el Carlos III y hasta el Ministerio de Sanidad. Envejecer es un proceso fisiológico y una etapa vital llena de retos.

-¿Se puede reprogramar ese concepto negativo del envejecimiento?

-Lo primero es darnos cuenta de que tenemos una visión negativa, si no, difícilmente lo podremos cambiar. Eso es lo que intento, al menos, en las conferencias o charlas que imparto. Luego, la capacidad de adaptación y la reducción de expectativas son claves, así como el cultivo de las relaciones sociales. Lo que llamamos la jubilación es algo que tenemos que planificar.

-Planificar, importante, más allá de un plan de pensiones.

-A eso me refiero. Una vida plena depende, seguro, de cuidar la actividad física, la actividad cognitiva y el equilibrio emocional. Me preocupa mucho el tema de las mujeres mayores: toda la vida han realizado trabajos no remunerados y ahora les queda una pensión exigua. Han sido cuidadoras que no se han desarrollado personalmente, que se han anulado porque ese era su rol, y la vejez las coge muy perdidas. De hecho, las mujeres presentan más longevidad pero peor salud que los hombres. Son tan invisibles que ni protestan.

-Ay, esa frase de las abuelas que es una malicia terrible y que tenemos todos: "Es que yo, a mi edad..."

-Si en el fondo creemos que no tenemos remedio es francamente improbable que vayamos a hacer ningún esfuerzo por mejorar nuestra salud. No solo decimos "es que yo a mi edad (…no tengo remedio)", sino que juzgamos a aquellas personas que no actúan "como debieran a su edad", me gustaría que desarrollásemos una sociedad más libre, dónde las personas pudieran vestirse como quisieran y comportarse como quisieran sin ser censuradas. Es absurdo que tengas que vestirte de una forma conforme a tu fecha de nacimiento, es estúpido que no hagas ejercicio porque a tu edad ya no puedas usar ropa de deporte. ¡Estas ideas hay que eliminarlas y rápido!

-Ante la invisibilidad de la vejez, cualquiera diría que es algo que no nos importa. Y más bien es al contrario: envejecer es algo que nos importa muchísimo.

-Las actrices mayores o no aparecen o no tienen signos de envejecimiento, ¡claro, nadie quiere ser feo! Llega un momento en el que pienso que lo que tienen es pura angustia de que no las vean...

-Pero luego ves a modelos (pocos) como Helen Mirren y dices: "Es interesante, es posible".

-Que una mujer mayor, con el pelo gris, salga en la portada del Elle, por decir, con una taza de café contemplando las vistas desde su ventana, parece una tontería pero es muy importante. Lo valida. De repente, da el pase de alguien interesante, con experiencia. Y es que envejecer es bonito y es un privilegio, ¡envejecer es estar vivo!

-¿Qué opina de las propuestas de cohousing, viviendas compartidas con asistencia para la tercera edad?

-La vivienda y la red social es una fuente fundamental de salud. De hecho gran parte de mi investigación se ha centrado en cómo la cohesión social afecta al riesgo cardiovascular. Las condiciones sociales son determinantes: somos animales gregarios. Necesitamos de los otros y, también, de un propósito enfocado a los otros. El mejor propósito vital es la solidaridad. Estudios demuestran que las personas mayores con un propósito vital solidario tienen mayor bienestar, aun cuando físicamente estén igual o peor que otras que no lo tengan.

-¿Somos conscientes de que dentro dentro de unos años vamos a ser uno de los países más envejecidos del mundo?

-Creo que se vive desde el miedo y hacen falta pasos más decididos a rediseñar nuestros sistemas sanitarios para que respondamos efectivamente al cambio de modelo. Innovar, innovar e innovar.

-¿Qué podemos esperar de nuestra tercera edad?

-Todo.

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