El PP enseña sus cartas para el Doce

Con todo el equipo gestor ya nombrado, hay muy poco tiempo para actuar · Los mensajes son claros: no se va a abordar nada extraordinario y se quiere movilizar a las instituciones del Estado

Javier Arenas, Soraya Sáenz de Santamaría, Teófila Martínez y José Loaiza en el acto que celebraron en el Palacio de Congresos el pasado 10 de enero.
Javier Arenas, Soraya Sáenz de Santamaría, Teófila Martínez y José Loaiza en el acto que celebraron en el Palacio de Congresos el pasado 10 de enero.
Melchor Mateo / Cádiz

22 de enero 2012 - 01:00

La simple mención del compromiso del Gobierno central con la celebración del Bicentenario en el discurso de investidura de Mariano Rajoy como presidente levantó numerosas expectativas acerca del impulso que podía tomar el Doce.

Los populares han cogido el mando de manera veloz porque, entre otras cosas, quedan ya menos de dos meses para la fecha clave del Bicentenario, el 19 de marzo, el día en el que se cumplen 200 años de la Constitución de 1812.

Las primeras decisiones han ido encaminadas a construir un organigrama de arriba a abajo en el que se ha buscado una importante comunicación entre la administración estatal y la local.

En este sentido, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría convocó la Comisión Nacional cuando apenas llevaba 10 día en el Ejecutivo, algo que ha sido muy bien acogido en Cádiz.

Sin embargo los movimientos más importantes son los que se tenían que dar en el Consorcio, el principal órgano ejecutivo del Doce. Ahí Sáenz de Santamaría ha querido contar con alguien de su círculo íntimo de confianza, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón.

Esta fórmula es totalmente novedosa en la gestión del Doce, ya que hasta ahora se ha cedido el puesto de presidente a la Junta de Andalucía, por aquello de que era una administración más cercana. Podría haber sido la propia alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, pero esta finalmente ha movido su influencia para que la figura del gerente sí sea alguien de su entorno. El elegido es Pedro Flores Urbano, que trabaja en el área municipal de Cádiz 2012 y cuenta con una dilatada trayectoria en el terreno diplomático, ya que fue coordinador de Cooperación Española en Brasil durante algunos años.

Y una vez que está conformado el nuevo equipo director del Bicentenario, y ya van unos cuantos, desde el Partido Popular se han lanzado varios mensaje claros.

El primero, y quizás más importante, lo dio el pasado martes el propio José Luis Ayllón: se va a trabajar sobre lo ya planificado. El dinero para todas estas actuaciones está ya asegurado por el anterior equipo y lo poco que podría venir extraordinario tendría que ser con la llegada de algún nuevo patrocinador. La situación de las arcas estatales no están para muchas alegrías.

Esas mismas expectativas generadas por Rajoy y por la propia alcaldesa con respecto a su intención de obtener un mayor compromiso por parte del Gobierno no se va a aplicar a la cuantía económica que se va a aportar a la efemérides.

Los actuales gestores consideran que no hay ni dinero ni tiempo para montar algo realmente extraordinario. En el cajón del olvido quedaron las dos grandes exposiciones que se estuvieron barajando, una organizada por Alberto Ramos y el Consorcio, y la otra por Arturo Pérez Reverte y el Ayuntamiento.

Ni qué decir del castillo de San Sebastián, que a la altura a la que estamos va a distar mucho el resultado de las intenciones iniciales que había cuando el primer presidente del Consorcio, Gaspar Zarrías, presentó el lugar como la obra emblemática y el legado más importante que podría dejar para la ciudad el año 2012.

Ayllón llegó a calificar de "temeridad" la posibilidad de afrontar grandes proyectos novedosos y ve poco probable que se pueda conseguir más fondos del Estado.

El "mayor compromiso del Estado" se pondrá de manifiesto, o al menos esa es la intención, en que algunos de los ministerios se pongan las pilas y lleven a la práctica un mayor apoyo institucional. En este sentido se antoja como fundamental la implicación de Asuntos Exteriores por lo de estrechar los lazos con Iberoamérica y el de Cultura, por la gran cantidad de actos que se tienen que desarrollar en este ámbito, entre otras cuestiones porque Cádiz es este año Capital Iberoamericana de la Cultura.

Después queda el lado filosófico. Soraya Sáenz de Santamaría dijo en su toma de posesión como presidenta de la Comisión Nacional que el bicentenario debía a servir para regenerar las instituciones. Precisamente éste es uno de los aspectos en los que se quiere trabajar desde el Gobierno central, de manera que todas las instituciones se vuelquen con el Doce y además hacer que la efemérides pase del tono local que hasta ahora ha tenido a una absoluta cuestión de Estado.

Estas son las intenciones y a partir de ahora toca trabajar para culminar lo ya preparado y que ese presunto compromiso se vea de verdad.

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