Cruz Roja puso en marcha al comienzo del invierno la campaña ‘Yo me protejo’, dirigida a mejorar los hábitos saludables y evitar conductas de riesgo en la población relacionados con el impacto negativo de las bajas temperaturas.
· Si te encuentras mal, mantén la actividad que estés haciendo e intenta resguardarte mientras pides ayuda.
· Si una persona se encuentra mal:
o Vigila las constantes vitales.
o Cambia las ropas si están mojadas y abriga adecuadamente a la persona.
o Proporciona bebidas calientes, nunca comidas ni bebidas estimulantes (chocolate, café, té, etc.) ni alcohol.
o Coloca bolsas de agua caliente, debidamente aisladas para prevenir quemaduras; evita los baños y duchas calientes (implican riesgo de colapso) y no masajees las extremidades.
o Traslada a la víctima a un centro hospitalario lo antes posible.
o Si está inconsciente aplica los protocolos básicos de primeros auxilios para el mantenimiento de constantes y consigue ayuda médica urgentemente
· Tu alimentación e hidratación.
o Bebe líquidos calientes, incluyendo agua, siempre que no exista contraindicación médica.
o Toma una alimentación variada y equilibrada que te aporten la energía necesaria para combar el frío (legumbres, sopa, etc.), consumiendo diariamente fruta.
o Evita el consumo de bebidas alcohólicas, ya que reducen la vasodilatación periférica, aumentando la pérdida de calor corporal
· Tu vestimenta.
o Protege las zonas del cuerpo más sensibles al frío intenso, por ser las más alejadas del corazón, como: mejillas, nariz, orejas y dedos de las manos.
o Usa ropa ligera, no apretada y que transpire (en lugar de ropa ajustada a la piel, utiliza varias prendas de ropa, una encima de otra, para que circule el aire y que éste funcione como aislante).
o Protege la cabeza, manos y pies.
o Emplea un calzado impermeable, antideslizante, cómodo y que no te apriete.
o En función de la actividad que vayas a desarrollar, viste ropa que también te proteja del viento y de la lluvia
· Organizando tus actividades en el exterior (calle, campo, etc.).
o Centraliza las actividades en el exterior durante las horas en las que se registren temperaturas más elevadas, evitando las exposiciones prolongadas al frío y los cambios bruscos de temperatura. Si tienes que hacer actividades en el exterior durante las horas de frío no olvides procurar:
o Resguardarte del frío y la humedad.
o Evitar la entrada de frío en los pulmones.
o Abrigarte con vestimenta y calzado adecuados, y tomar las precauciones oportunas ante el hielo.
o Si necesitas un bastón para caminar, cambia la pieza plástica del extremo inferior del mismo para prevenir los resbalones y caídas.
o Beber líquidos calientes y azucarados, evitando las bebidas alcohólicas.
o Permanecer en movimiento, pero evita realizar ejercicios físicos excesivos (porque el frío perjudica a la circulación sanguínea).
o Evitar transitar zonas de umbría, congeladas, etc.
o En el hogar
o Permanece en las estancias más calientes (provistas de radiador, calefacción, etc.) o donde puedas abrigarte.
o Cierra las puertas, ventanas, persianas, toldos, cortinas.... evitando que las corrientes de aire o agua entren.
o Ventila diariamente las diferentes estancias para renovar el aire y evitar la acumulación de CO2, si utilizas braseros o chimenea
o Asegúrate del correcto funcionamiento de las estufas (eléctricas, de gas, etc.), mantenlas alejadas de tejidos o elementos inflamables, apágalas durante la noche.
o Evita que la habitación se reseque en exceso; pon algún recipiente con agua.
o Durante los viajes
o Viaja en transporte público o, si lo haces en coche, en compañía.
o Infórmate de la situación meteorológica y del estado de las carreteras, así como de puntos para el descanso o refugio.
o Evita, en la medida de lo posible, viajar en condiciones meteorológicas adversas.
o Revisa el vehículo previamente, asegurándote de su adecuado funcionamiento (neumáticos, frenos, luces, etc.) y de otros aspectos básicos como que el depósito está lleno, las cadenas y la batería del móvil cargada.
o Utiliza la calefacción, pero abre las ventanas periódicamente (cada 1 o 2 horas aproximadamente) para ventilar el interior unos segundos.
o Presta especial atención a los cambios bruscos de temperatura que se producen al entrar y salir del vehículo, bajando progresivamente la temperatura del interior.
o Cuando hagas un viaje largo descansa, lleva líquidos azucarados y calientes.
o Nunca dejes a niños/as ni a personas mayores en el interior de un vehículo cerrado.
o Y si habitualmente tomas medicación:
o Sigue tomando tus medicamentos y evita automedicarte, recurriendo en caso de duda a tu personal médico de referencia.
o Consulta a tu médico/a acerca de las medidas suplementarias que debes adoptar
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