Cádiz

El Obispado exigirá la titulación de los que vayan a restaurar imágenes

  • En los próximos días se hará público un decreto amparado en las recomendaciones de la Conferencia Episcopal Española

La realización de imágenes sagradas está plagada de autores que despuntaron desde que eran pequeños, que han sido autodidactas o que se han ido formando a base de aprender en los talleres de sus maestros. Muchos de los nombres más reconocidos en la imaginería, en la pintura o en otras artes muy relacionadas con el patrimonio religioso no han recibido formación reglada para desarrollar su arte. Pero a partir de ahora, las personas que intervengan en piezas del patrimonio localizado en la diócesis de Cádiz y Ceuta sí tendrá que poseer la especialidad de restaurador en Bellas Artes.

El Obispado va a limitar las intervenciones que se realicen en imágenes sagradas -sobre todo en lo relativo al mundo de la imaginería- exigiendo que quien aplique una restauración posea la titulación pertinente. Para ello, ya ha redactado un decreto que en los próximos días verá la luz en el Boletín Oficial del Obispado, para su inmediata aplicación.

La decisión la tomado el Secretariado Diocesano para el Patrimonio Histórico, por medio de una comisión que analiza y revisa todas las actuaciones en esta materia. El director del Secretariado, David Gutiérrez, expone que el decreto que se dará a conocer en los próximos días emana de una serie de recomendaciones que vienen desde la Conferencia Episcopal Española (que también una comisión de Patrimonio que se reúne periódicamente).

"Nos piden que tengamos cuidado con este tipo de intervenciones", señala Gutiérrez. Y es que en no pocas ocasiones se dan casos de actuaciones muy desafortunadas que pueden destrozar una destacada obra de arte. El responsable diocesano de Patrimonio se apresura en matizar que en la diócesis de Cádiz no suelen ocurrir atentados de este tipo al patrimonio religioso. Pero como dice el refrán, más vale prevenir que curar.

Bajo esta motivación, matiza David Gutiérrez que lo que ha hecho el Obispado es "actualizar" una norma que ya estaba escrita. Conviene señalar que las entidades pertenecientes a la Iglesia (como las cofradías, una de las principales receptoras de este decreto) deben solicitar la autorización del Obispado para acometer la restauración de las imágenes sagradas. Hasta ahora, en los requisitos que se pedían se incluía la información sobre el restaurador. Y aquí radica la cuestión: ¿el restaurador qué es, el profesional titulado que va a practicar la restauración; o simplemente la persona que va a intervenir la imagen o la pintura?

"Para evitar esas interpretaciones, se ha especificado lo del restaurador", explica Gutiérrez. Por tanto, según informan fuentes municipales, el nuevo decreto sobre las restauraciones incluye como requisito la presentación del "título universitario de licenciado en Bellas Artes en la especialidad de Restauración o título equivalente debidamente homologado" de la persona que vaya a practicar la intervención. Además, Gutiérrez recuerda que esa especificación viene recogida en la ley de Patrimonio, "no es algo que nos hayamos inventado nosotros".

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